Coffee shop «Kim Namjoon»

13| ¿Qué es lo que en verdad quieres?

Un abrazo enorme. AngelitaArcos

"El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos."
-Arthur Schopenhauer

—¿Tú quieres que sea una cita? Puede ser una, ¿te gustan las sorpresas? Porque yo soy una caja repleta de ellas, o al menos para ti, si, inserta carita guiñando —leyó en voz alta Jimin para después soltar una carcajada. —Dioses eres patético Nam, nunca te imaginé escribiendo algo así, pareces un adolescente.

La risa del pequeño seguía resonando en mi departamento haciendo que rodara los ojos.

—Si, si, si... cállate ¿quieres? Deja de meterte en mis asuntos —respondí quitándole mi celular de sus manos.

—Si Hobi estuviese aquí, se estaría burlando igual o peor que yo, así que confórmate —respondió acomodándose en mi sillón. Eran tan pequeño que cabía perfectamente en el. —sabes que no apoyo a ninguno de los dos, sus acciones estuvieron mal, deberían disculparse ambos.

Me senté en el sillón individual para mirarlo con tranquilidad.

—Bien, me porté muy infantil, lo reconozco, es solo que-

—Para, para... —Jimin se incorporo en su lugar para mirarme con el ceño fruncido. —se que eres un cerebrito, pero no pensé que tanto para aceptar que te portaste peor que un niño —suspiro. —Elara te hace bien.

—¿Lo dices solo porque lo acepté? —mis cejas se mantenían hacia arriba con una mirada incrédula. Mi amigo asintió haciéndome bufar. —eres un idiota.

—Y tú un insoportable, te hace falta follar —respondió en defensa. —¿sabias que el sexo mejora tu humor? —preguntó de la nada.

Mis cejas volvieron a fruncirse ante su pregunta.

—No.

—Con razón estas tan amargado —rio leve.

Yo solo lancé la almohada que se encontraba atrás mío, dando justo en su cara.

—¿Qué se supone que debería hacer con esa información? —pregunté sin entender a qué iba el tema.

—Bueno, cuando formalices con Elara, o tal vez no, podrías estar feliz y no pelear con tus mejores amigos.

La almohada que ahora yacía en sus manos se levanto tapando sus bonitas facciones, en espera de otro almohadazo, o algo más.

—Ni siquiera he pensado en ella de esa forma, así que olvídalo —suspiré tomando mi vaso de agua para dar un trago. —Además, tenemos poco de conocernos, sabes que al menos yo, para esas situaciones soy muy precavido, y necesitaríamos hablarlo.

Una sonrisa se dibujo en el rostro del rubio.

—Una parte de mi no esta de acuerdo con Hoseokie, si te soy sincero, entiendo que seamos tus mejores amigos y queramos mantenerte bien para nosotros y para ti mismo, pero eres un adulto, y lo único que podemos hacer es brindarte consejos, es tu decisión si los tomas o no; desde la universidad siempre he visto lo mucho que te esfuerzas por mantener todo bajo control y eres muy responsable, no solo en la escuela o el trabajo, sino en tu vida personal, en tu vida sexual, etcétera —habló mirando el techo de mi departamento. —aunque ya enfocándonos en tus sentimientos, ahí si concuerdo con Hobi, no lo digo para ofenderte, al contrario, es mi punto de vista y puedes simplemente darle importancia o dejarlo pasar, pero si tener en cuenta que, si lo dejas pasar, podría perjudicarte en un futuro.

La plática había pasado de burlas a sexo, y ahora de sexo a una seria sobre mis sentimientos, haciéndome analizar con detenimiento todo lo que el pequeño decía.