Capítulo 2

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una salida

- ¡Vayamos! - dijo la persona frente a él. Reía con emoción. - ¡corre!

Las risas se escuchaban huecas y aunque lo único que pudiese ver eran dos manos unidas, una arrastrando a la otra, era obvio en donde se encontraban. El campo de flores fuera de las tierras del castillo.

Los sonidos eran tan maravillosos, la brisa, la hierba moviéndose por esta, la voz del niño.

Sin embargo, lo que llamaba su atención era su propia risa, era alegre. Era su risa de cuando era un infante. Se sentía feliz.

- ¡Todoroki, vamos! - dijo entre risas la otra persona.

No podía verle la cara, lo intentaba, pero lo único que distinguía era su sonrisa, su boca gesticulando su nombre.

Un poco más, solo quería saber quién era.

Un poco más...

Los rayos del sol le golpearon directo al rostro obligándolo a abrir los ojos.

- Arriba, mocoso. - lo despertó su mayor- Fuyumi quiere que bajes a desayunar.

- Touya, si no sales de aquí te calcinare- dijo adormilado aún.

- Aaah- fingió sorpresa- ¿te rebelas?

Tomo al menor por sus pies hasta arrástralo fuera de su cama y dejarlo caer.

- Que miedo. ¡Arriba!, no es mi trabajo ver que tu día empiece. nuestra hermana y madre nos quieren a toda la familia abajo.

- ¿Y por que recibes ordenes de Fuyumi?, nunca lo haces- comenzando aponerse de pie.

- Porque yo recibiré su porción de postre y la tuya también.

Tardó unos minutos arreglándose y al salir se encontró con una maraña de cabellos verdes. El pecoso estaba parado a un lado de su umbral, y así como vió al príncipe, el menor se apresuró a hacer una reverencia. 

Había olvidado que le pidió buscarlo temprano.

- Buenos días- saludó Midoriya.

El semialbino se limitó a caminar a lado de él. Notó que este se mantuvo en su lugar, nervioso.

- ¿Vas a venir al desayuno?

- No fuí invitado- dijo avergonzado.

- Mi hermana dijo que la familia, supongo que por ser hijo de la esposa de mi tío eres familia, ¿me equivoco?

- Sí - aquella respuesta sorprendió incluso al peliverde, que, lo había dicho sin pensar- es decir... yo... Lo lamento. Voy con usted

Por lo visto, su padre no era el único que no consideraba al joven como parte de la familia. Sin cruzar más palabras, ambos chicos llegaron al comedor siendo recibidos con gentileza.

En el desayuno no se presentó el rey así que no había sido tan desagradable cómo lo esperado y como había dicho su hermano mayor, su porción de postre había sido arrebatada por este. Cosa que el pecoso no paso por alto.

Izuku se había sentado a un lado de Todoroki; con mera discreción, arrastró su plato con la mitad de su postre al príncipe.

- No tengo hambre- le susurró.

Shoto se sorprendió por el acto, sin embargo, no quería arrebatarle sus alimentos, de modo que, le devolvió la tarta de la misma forma.

- Es tuyo.

- Insisto- repitiendo el gesto acompañado de una gentil sonrisa.

Terminando su postre, el menor de los Todoroki se puso de pie dispuesto a desaparecer, pero no olvidaba su responsabilidad de ese día.

Campo de amapolas (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora