Capítulo 12

574 73 108
                                    

Izuku

Siempre supo lo bonito de los labios de Shoto. No había nada que le pareciera feo en él, pero justo en ese instante sus labios destacaron...Se preguntó qué tan suaves eran, si sabían a lo que se imaginaba y qué se sentiría acariciarlos con su boca. Quería saber. Quería besarlos...

Fue entonces que se estiró levemente para besar la punta de su nariz. Fue tierno y tímido, y cuando volvió a mirar a Todoroki este lo veía con ojos resplandecientes y una hermosa sonrisa se formó en sus labios. Despacio, el semialbino se levantó para posicionarse entre sus piernas y recargase sobre una de sus manos mientras la otra comenzaba a trazar caricias sobre su mejilla. Estaba tan cerca que su aliento rozaba sus labios.

Lo que fue apenas el rose de sus bocas fue subiendo de intensidad hasta que los besos se volviesen desordenados, hambrientos. Shoto atrajo el cuerpo del peliverde para invertir la posición y que este fuese quien estuviese a horcajadas sobre él. Sentía todo su cuerpo temblar de excitación que subía desde el inferior de su cuerpo hasta su lo más profundo de su pecho. Se sentía pesado, a él y Shoto. Con prisa, fue quitando las prendas pesadas de sus cuerpos y, tan solo se deshizo de la última camisa, regresó al cumulo de besos que lo esperaba. Movía sus caderas para frotarse contra el bicolor y este mordisqueaba su cuello de una manera tan desenfrenada que parecía irreal.

- Tómame- jadeó

La respuesta del mayor fue confusa gracias a que el sonido de su voz se perdía en las desastrosas exhalaciones.

De nuevo Todoroki invirtió las posiciones y sujetó al peliverde de las piernas y las colocó a cada lado de su cintura; inmediatamente las enredó tras su espalda y se prensó del cuello del bicolor. Este lo besó desenfrenado, bajando cada vez más por su garganta hasta la curva entre su hombro y el cuello para morder con fuerza, provocando que gimiera de placer. Shoto tomó el camino de vuelta a su cuello y al besar su oreja susurró:

- Izuku

Pegó un brinco en la cama de la impresión. Su cuerpo estaba húmedo y tembloroso, el aire entraba y salía de sus pulmones con fuerza tratando de recuperase y le dolía una parte de su cuerpo.

Comenzó a tocarse desenfrenado por todo su cuello buscando una marca de mordida, buscaba que estuviese vestido, buscó la inflamación de sus labios, pero nada de eso estaba. Todo había sido una pesadilla. Eso lo tranquilizó.

No lo había besado. Nada de eso ocurrió en realidad.

¿Por qué no se sintió bien que eso no fuera así?

Una punzada evitó que siguiera con ese hilo de pensamientos. Se deshizo de la manta que cubría su cuerpo solo para descubrir el origen de su dolor: estaba... erecto.

Su cara ardía de vergüenza. ¿Por qué estaba así? ¿Qué le pasaba?

Y si no se encargaba de su asuntito terminaría doliendo más. Trató de concentrarse en deshacerse de su problema, pero este crecía más a cada rose, pues su sueño evidenciaba la razón de sus conflictos.

.

.

.

Horas más tarde el sol que se colaba por los pliegos de sus cortinas pasando más allá del horizonte, indicando su retraso. Un asistente había venido a vestirlo y Midoriya no podía estar más cansado.

Apenas lo terminaron de vestir alguien llamó a su puerta. Su corazón dió un brinco al pensar que podía tratarse del bicolor; él siempre iba a por él para caminar juntos al desayuno, no quería verlo. Sin embargo, la cabellera azabache de Momo dejó en claro que no era necesario alarmarse.

Campo de amapolas (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora