Capítulo 18

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Uno o dos pasos a la vez

Era esa risa de nuevo. Estaba seguro.

Esa risa, como un eco doloroso, se alejó de él convirtiéndose en un grito desesperado.

"Todoroki"

Se despertó.

Por un segundo, creyó escuchar su voz aún con los ojos abiertos, pero no era así. Su habitación estaba en silencio y era capaz de sentir una tristeza creciente; su pecho se encogió deseando con todas sus fuerzas recuperar esa risa, sin saber a qué niño pertenecía.

Se levantó con cuidado masajeando su cabeza, sentía que estallaría. Hacía mucho tiempo no tenía esa clase de sueños- que no parecían sueños- nunca podía recordar que trataba de decirle su mente, no dejaba rastros certeros o imagines fugaces como mínimo, el único vestigio eran sentimientos y un fuerte dolor de cabeza al despertar.

La chica se encontraba acomodando unos frascos en lo alto de un estante, había terminado de limpiar la cocina y el establo, pronto completaría sus labores y esperaría por encontrase con Kirishima y entregarle su pedido, así podría alcanzar a su ma...

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La chica se encontraba acomodando unos frascos en lo alto de un estante, había terminado de limpiar la cocina y el establo, pronto completaría sus labores y esperaría por encontrase con Kirishima y entregarle su pedido, así podría alcanzar a su madre, volver temprano y descansar juntas para el ajetreo que serían los próximos días con la llegada de su abuela.

Miró orgullosa su trabajo. Apenas planeaba bajarse de la silla cuando un estrepitoso golpe abrió la puerta de su morada. Estuvo a nada de caerse, no obstante, fue atrapada en brazos por... ¿Deku?

Lo vió perpleja, ¿no estaba castigado? Luego que Kirishima le dijera lo ocurrido en el lago hace unas noches, recibió una carta del pecoso diciéndole que estaría castigado un par de semanas y que no se preocuparan por él.

¿Pero cómo no preocuparse en su estado actual? Tenía los ojos hinchados y rojos, lagrimas perlaban sus mejillas. Permaneció así un momento y cuando abrió la boca para preguntar cómo estaba, comenzó a llorar dramáticamente dejando caer sus lágrimas y mocos sobre ella.

- Urarakaaa- chilló dejándola de pie- hice algo horrible.

En su puerta yacía una mujer de cabello azabache agitando la mano para llamar su atención. Ochaco le pidió a Deku que pasara a su cuarto y enseguida fue con la pelinegra.

- Hola, perdón por las molesticas, no sabía que más hacer- murmuró la mujer. Tendió su mano y la castaña correspondió- Caballero Momo Yaoyorozu.

- Ochaco Uraraka.

- Ha estado así toda la mañana. No quiso decirme que pasa y cuando me ofrecí a ir por Shoto se negó rotundamente- explicó- creo que se pelaron... me pidió que lo trajera.

- Entiendo- respondió pensativa. Debía ser serio si Deku no quería hablar con nadie que no fuese ella. Momo se veía afligida y la invitó a pasar.

Campo de amapolas (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora