Capítulo 3

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intercambio

Se encaminaron al ruedo de combate, ya pasaba del medio día por lo que, Izuku suponía, la mayoría de sus amigos estarían ahí.

De camino, se percató de las expresiones del príncipe, pues ya fuera que pasaran por uno de los campos de trigo o los establos para dragones, este se veía extasiado. Poseía la misma expresión que él cuando llegó al castillo: deslumbrado y curioso.

- ¿Nunca habías bajado al pueblo? - preguntó Izuku.

- Por supuesto que sí- contestó intentando no mirar a una mujer que cargaba con una flor gigante. - pero solo a la plaza para hablar... y al campo de combate como entretenimiento.

Eso le dio una idea al pecoso.

¿Sería prudente sugerirlo?

Al llegar, el semialbino se dirigió hacia el área para la familia real, sin embargo, lo detuvo.

- Somos campesinos- le susurró y le giñó un ojo- no podemos sentarnos ahí.

Shoto no comprendió en seguida, pero al hacerlo cambio su camino a uno de los lugares de pie cerca del límite del ruedo.

En el centro se desarrollaba una batalla. Un rubio de ojos rubíes contra un dragón joven de escamas rojas. Bakugo Katsuki, bien conocido por la corona por sus dotes en combate y un don muy singular.

Las personas vitoreaban por partes iguales. El peliverde también gritaba a favor del rubio mientras que Shoto se limitaba a observar. Al otro lado del ruedo un pelinegro y una chica de ojos verdes vieron al pecoso a lo lejos, y decidieron acercarse.

Un estruendo de lo más impresionante fue lo que finalizó la batalla, con el cenizo encima del dragón que, para sorpresa de Shoto, no parecía herido realmente. Este y el ganador se sonrieron antes que el reptil poco a poco tomara forma humana, con cabellos del mismo color de sus escamas y ojos carmín. Enseguida le votaron prendas para que se vistiera topándose en el proceso con los ojos del príncipe, que gracias a ello se percató de su amigo a lado.

El semialbino giró para ver a su acompañante y decirle que uno de los guerreros lo veían, pero este conversaba felizmente con dos pueblerinos.

- Midoriya- enseguida este volteó- ¿él también es tu amigo?

Buscó con la mirada a quien Todoroki señalaba.

- ¡Kirishima! - gritó sacudiendo la mano en forma de saludo- ¡Kacchan!

- ¡Cállate, maldito! - respondió el cenizo siendo arrastrado por su amigo hasta llegar con él.

- ¿Midoriya donde habías estado? - Eijiro lo abrazó elevando del suelo.

- Desaparecí solo dos días.

- Cuando tus bajas siempre, claro que estábamos preocupados, ¿no es así Katsuki?

- Claro que no, muérete.

Kirishima se pegó a Izuku para susúrrale.

- Estábamos planeando una salida de búsqueda y él iba a dirigirla.

- Claro que lo que sí, ustedes son unos inútiles- al parecer sí escuchó.

- ¡Aaaaw Kacchan!

Sintió su corazón enternecerse y se acercó para abrasarlo, siendo correspondido con un empujón. Dio un traspié listo para sentir el golpe del suelo que nunca llegó. En cambio, un par de manos lo sujetaban de las costillas.

- No le vuelvas a agredir. - advirtió el príncipe.

- ¡¿Y tu quien eres, bastado?!

Oh no.

Campo de amapolas (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora