Capítulo 14

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Una cita

Shoto se asomó al ruedo, donde algunas princesas se encontraban coqueteando con su hermano mayor. Volvió a echar otro vistazo solo para asegurarse de estar en el pasaje correcto.

Entre risas silenciosas Todoroki sujetó la mano de Midoriya para escabullirse entre las paredes del castillo, un par de veces en peligro de ser descubiertos y casi ser atrapados por una Momo muy molesta. 

Era relativamente tarde por lo que el palacio estaba muy despierto, gente se movía de aquí para allá haciendo sus deberes, pero incluso así lograron escaparse. Antius y Neri también se sintieron libres al correr camino al antiguo hogar del pecoso. Ambos corceles acostumbrados a aquel lugar se mantenían cerca mientras Izuku hurgaba entre los muebles un par de capas que habían dejado anteriormente para cuando debían pasar inadvertidos.  aunque claro, al ser de la realeza y ser conocidos para todo el mundo, importaba muy poco si sus ropas eran sencillas o no.

Al llegar al pueblo los ojos de su amigo se iluminaron al igual que los suyos.

- El mercado de luz- suspiró Midoriya.

Le iba bien el nombre; en el centro del pueblo, rodeando la arena de combarte, un mercado con artilugios y piedras preciosas reflejaban los rajos del sol, cada puesto, sin importar si era de comida, joyería o entretenimiento, iluminaba hasta las calles más oscuras.

- Es asombroso- dijo todavía maravillado

- Cielos Todoroki, deberías ver esto de noche.

Como en el lago de luna, nunca podían estar fuera después del ocaso, siempre por algo o alguien.

- Veámoslo de noche- propuso recibiendo una risilla amarga.

- No- respondió su amigo- nos meteremos en problemas.

- Es sábado de entrenamiento, con princesas llenando el castillo, y aun así nos escapamos... ya estamos es problemas.

Midoriya le miró con asombro, incluso él se sintió un poco impactado por su faceta rebelde. Le gustaba hacer enojar al viejo, pero nunca hacia este tipo de cosas, siempre hubo un limite para romper las reglas, sin embargo, lo que dijo era verdad, talvez comenzaba a comprender porque Touya era menos infeliz que él.

El pecoso mordió su labio inferior tratando de no sonreír ante tal propuesta. Parecía un debate mental y no uno complicado.

-Pero no viajemos de noche. Regresaremos mañana temprano.

- Me parece bien.

Ahora fue turno de Midoriya guiarlo. Cogió su mano y lo arrastró a un puesto de piedras muy bonitas. Cada puesto era una maravilla diferente, el primero que vieron tenía rocas partidas a la mitad y dentro cristales de colores reluciendo bajo la luz del sol, había uno donde un cuarzo era usado como reflector y podían verse a sí mismos, incluso los puestos de alimentos eran adornados con gemas y cristales.

Pasaron un par de horas explorando, sin embargo, el mercado era enorme. En ese tiempo habían logrado solo llegar al centro de la arena. La música llenaba toda esa área, el interior del ruedo estaba repleto de personas bailando; mujeres se vestían de azul para bailar como un rio y salpicaban agua a sus espectadores.

- Mira, Todoroki. Sí pude conseguirlos- Midoriya volvió de un puesto de comida con un par de brochetas de fruta bañada en ámbar dulce.

El bicolor sonrió, habían visto varios puestos así pero siempre que llegaba su turno de compra se acababan las brochetas. Decidieron alejarse un poco del espectáculo para comer sin riesgo de ser salpicados. Y como pensó, la comida era deliciosa y dulce.

Campo de amapolas (TodoDeku)Onde histórias criam vida. Descubra agora