W R A I T H

ACT ONE: the fish problem.

A

new day

▬▬▬▬▬ EL SONIDO DEL TECLADO LA HACIA MOVER LIGERAMENTE LAS CADERAS. Quería perpetuar la acción de "bailar", pero no sabía cómo. Tampoco cree que sea la mejor si lo hiciera, siendo la primera vez, supone. Ya se había cambiado el pijama, incluso lavado los dientes, siempre se levantaba a las 5 de la mañana sin razón, justo al mismo tiempo que el sol.

El silencio reinó en sus oídos, hasta que otra canción empezó a reproducirse, tirando de sus labios en una ligera sonrisa mientras veía el sol por la ventana. Los rayos de luz que se filtraban a través de esta, le envíaban una cálidez recorfontante.

Se alejó de la ventana al escuchar unos pasos. Parece que Steven ya ha despertado. Ella lo miró sin expresión alguna, murmurando unos "buenos días", para luego entregarle el café recién hecho. Le preocupaba cada vez qué él se largaba al trabajo sin desayunar siquiera, había visto que el café mantenía despierto a la gente.

Aunque a ella le causaba asco profundo, y que si lo iba a beber, tendría que ponerle como 5 cucharadas de azúcar, para que supiera más dulce con un toque amargo.

Le encantaban los dulces, desde la primera vez que los probó. De todos modos está divagando mientras su mirada se encuentra perdida, y capta justo a tiempo las palabras de Grant, aunque no las ha escuchado del todo, las últimas palabras le dan dado a entender sobre el tema.

El cansancio de Steven "sueños locos".

Solo asintió mientras lo veía tomarse el café. Él murmuró un agradecimiento ante su acción y un saludo matunino.

Sin decir nada, sonrió y fue a preparar las cosas de Steven. Grant le dijo que no era necesario hacer eso. Pero ella era como aquel fiel amigo tuyo canino, que te traía el periódico en tus manos, aunque lloviese.

Al terminar su trabajo, tomó un libro sobre física cuántica de uno de los estantes. No le gustaba demasiado la parte teórica estilo Victor Frankenstein, solo la parte ya confirmada de está rama científica. Aun así, había cierta picazón de curiosidad sobre lo desconocido y la posibilidad de algo prácticamente imposible.

Mientras divagaba entre sus pensamientos sin rumbo, Steven tomó su bolsa, murmurando un gracias, y preguntando si lo acompañaria. Algo que es casi una rutina para ambos.

Sin que una palabra saliera de sus labios, dio media vuelta con el libro en sus manos, yendo detrás de Grant.

━━ ¿Dormiste bien?.

Asintió.

━━ Me alegro por ti. Al menos no sufres insomnio. ¿Lees más fluidamente?.

━━ Algo así.

━━ ¿Que tal va tu lenguaje?

━━ A-avances. Ayer, yo insulté, hombre. Muy idiota, molestar, muchacho de gafas.

━━ ¿Y qué le dijiste?. ━━ Preguntó frunciendo el ceño con ligera curiosidad.

━━ Enchufetv: "La wea fome po weón pololo conchetumadre".

El español era una lengua que no le dificultaba para nada. No tanto como el inglés. Al parecer. Algo extraño para él.

━━ Debo sacarte el internet o el universo va a explotar. ━━ Bromeó a lo último.

Se sumergieron en un silencio abundante, hasta que ella descansó su cabeza en su hombro, soltando un ligero gruñido cuál perro. Él sonrió, sintiendo su corazón derretirse, antes de abrazarla.

Ambos eran extraños, pero eso los unía más que nunca.