El villano se vio obligado a ser la mascota del grupo

Capítulo 72 Relájate, por favor

Moebius se demoró en los labios rojos del niño, atacando y saqueando, sin mostrar piedad.

Después de todo, había estado esperando este momento durante mucho tiempo.

El niño cerró los ojos, su esbelto cuello se inclinó hacia atrás lo mejor que pudo, pero el hombre sujetaba firmemente la parte posterior de su cabeza y no había espacio para escapar. El pecho del hombre, pero, obviamente, aparte de estimular al hombre. , dejar caer un beso más abrupto no sirve de nada.

La temperatura interior parece estar subiendo.

Moebius soltó temporalmente al niño y lo puso lentamente en la cama.

Al volver a entrar en contacto con el aire fresco, el joven jadeó para respirar, sus ojos estaban nublados y borrosos, sus labios rojos estaban ligeramente abiertos, y los labios en forma de pétalo estaban un poco rojos e hinchados por los estragos, y había una cálida luz de agua

El sombrero que venía con el pijama estaba presionado detrás de su cabeza, pero las dos orejas de gato se erguían vigorosamente, mirando hacia arriba, como si estuvieran creciendo en la parte superior de la cabeza del niño.

Los ojos caídos de Moebius se volvieron más y más oscuros.

Ana es tan hermosa.

Nadie puede resistir este tipo de tentación pura.

Tengo muchas ganas de comer An An por completo.

Pero cuando pensó que la belleza del joven también había florecido bajo los Zerg, y que tal vez había disfrutado cada parte del joven, Moebius se puso furioso.

Además de la ira, mezclada con lo que no está dispuesto a admitir... celos.

Sí, celoso.

Celoso de ese Zerg, tomó la primera vez del chico.

"¿Qué estás… qué vas a hacer?"

El niño abrió los ojos, empujó su brazo y tartamudeó de pánico.

—An An. Mobisto levantó la cara del chico y dijo con voz ronca: —Te deseo.

"No", el joven estaba atónito e inmediatamente negó con la cabeza, suplicando: "No lo quiero".

Los dedos de Moebius se deslizaron hacia abajo y aterrizaron en la delicada clavícula del joven, su voz era ronca, con una fuerte lujuria, "An An, no tengas miedo, te haré feliz".

El joven lo miró fijamente, con sospecha brillando en sus ojos, y después de un rato, susurró: "¿En serio...?"

Moebius se inclinó y besó la comisura de los labios del niño, se encontró con los ojos dubitativos del niño y dijo con amor: "Por supuesto".

El niño cerró los ojos, una mirada de lucha apareció en su carita, y Moebius esperó en silencio sin más acción.

Después de un rato, el joven abrió los ojos, de repente estiró los brazos y se rodeó el cuello con los brazos, sus pálidas mejillas estaban teñidas de un tímido sonrojo y su voz era como un mosquito: "Sé amable, por favor, yo. .. .Miedo al dolor."

La suave voz del niño golpeó suavemente las fibras del corazón de Moebius, pero resonó con un regusto magnífico.

Capítulo Doce Relájate, por favor ¿An An está de acuerdo?

Como si hubiera electricidad corriendo por su cuerpo, Moebius entrecerró los ojos felizmente, se inclinó y besó la mejilla del niño, desabrochó el pijama del niño y dijo en voz baja: "Haré lo mejor que pueda".

Tómelo a la ligera, no puede garantizarlo, solo puede decir lo más posible.

Después de todo, una sola palabra del joven puede volverlo loco.