PROLOGO

1.1K 97 4
                                    

Goteo

Goteo

Goteo

.

.

.

.

.

¿En verdad... el gano?

Miraba borroso su entorno, el fuego y el humo no ayudaban en nada a aclarar su vista y aunque pudiera solo era cuestión de segundos antes de caer rendida al cansancio o ser consumida por el fuego.

Ahh... mi amada...

Miraba a todos lados con la esperanza de encontrar una salida... pero nada, todo el lugar está colapsando rápidamente que ya seria milagro si hubiera alguna ruta de escape, miro lo que alguna vez hubiera sido su pase a la salida, solo quedaban los rastro de ello con los cimientos del techo bloqueándola.

Eres la mas bella, la numero uno en este mundo...

En un intento más, con las pocas fuerzas que le quedaban, sujetando uno de los costados de sus costillas intento pararse, pero cayo nuevamente al suelo, siseo de dolor por esa leve caída entonces fijo su miraba a las heridas que cubría su cuerpo, eran profundas y sin contar los múltiples golpes y huesos rotos que tenía, era lógico que ya no podía.

- Estoy al límite, aunque lo intente no puedo más - pensó con cansancio la joven.

Espejo, espejo en la pared, quien es más...

Fijando su mirada al frente, viendo lo hace momentos iba a ser su fin lo pensó por unos breves segundos para tomar una decisión y con ello muy a pesar del dolor que sentía su cuerpo, se fue arrastrando como pudo al centro del lugar, a cada ''paso'' que daba dejaba un rastro carmesí de su sangre debido a sus heridas.

Para ti, guiada por el espejo de la oscuridad...

El lugar cada vez más se caía a pedazos como piezas de domino, segundos eran lo que quedaba para que el lugar cayera por completo llevándola con ello, ella al llegar al centro de todo el caos, se recostó boca arriba, mirando su alrededor con lentitud, no tenía prisa ya, si como supiera su destino y lo aceptaba como tal, cerro momentáneamente sus ojos para que su cuerpo se relajara un poco.

Sigue tu corazón y toma la mano del reflejado en el espejo...

Recuerdos llegaban a su mente como una vieja película que retomabas, recuerdos de momentos con sus amigos, su familia, sus personas más amada y especialmente de él. Soltó una pequeña risa de ironía al ver todo eso, pero al igual sintiendo ese amargo sentimiento de odio en su corazón.

- ¿Cuántas veces he visto esta película? - miro con cansancio al techo.

Llamas que convierten incluso las estrellas en cenizas...

Podía sentir como poco a poco su respiración se hacia mas lenta y pesada, esto solo significaba dos cosas... pronto caería inconsciente bajo todo ese caos o su muerte ya casi llegaba por ella, la creerían loca si dijera que deseaba más la segunda, con ese pensamiento una gentil sonrisa se formó en sus débiles labios.

No tengas miedo del poder de la oscuridad...

Sus latidos empezaron a ser lentos, como los últimos pitidos de un monitor que anuncian el estado crítico de un paciente, pero no hacía nada, sonreía con mas felicidad al pensar en su pronta muerte.

Ven ahora, muestra tu poder...

Lo que un principio era un incendio parecía el mismo infierno en la tierra, el tiempo se había acabado y con ello cada parte del lugar se desmoronaba, mas cimiento caían sin fin, las llamas parecían como los mismos demonios danzando por felicidad, el humo parecía la misma neblina que si la cruzaras no regresarías jamás.

Ella fijo su mirada al techo, tal vez sean los efectos del poco oxigeno que queda, pero miro como una mano enguantada se acercaba a ella, incitándola a tomarla y así fue, de las pocas fuerzas que le quedaban levanto su brazo para dirigir su mano a la otra.

El mío, el suyo y el tuyo...

Al estar a centímetros de la desconocida mano la tomo con suavidad, pero con seguridad, la diferencia de tamaño era considerable la de ella era diminuta a comparación de los largos dedos de aquella mano, al sentir el tacto ajeno la reconoció sin problema, aun usando guantes sentía como sus manos eran heladas si como tomaras la mano de un muerto y con ello solo provoco que una pequeña lagrima recorriera su mejilla, con un tono suave y cansado hablo.

-c-como s-siempre puntual... De... - la joven no pudo terminar la frase al ver lo que sus ojos le mostraban.

Solo nos queda poco tiempo...

como si alguien la tomara de los hombros, la separo con brusquedad de aquella conocida mano causando que se soltaran, aquella mano al ya no sentir la suavidad de la lastimada mano de la joven abrió sus palmas como si estuviera sorprendida y con rapidez la estiro para poder volver a tomarla, pero no lo logro.

Ella miraba con genuina sorpresa como de un momento a otro ahora caía en la profundidad de la oscuridad, todo se volvía mas y mas lejano como si donde estaba ahora se veía como una pequeña llama que se va apagando mientras caía sin fin a donde quiera que la llevara, con cada segundo solo causaba que lentamente sus ojos se cerraban con lentitud, su tiempo acabo... pero otro comienza.

.

.

.

.

.

No sueltes esa mano, a toda costa...

𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 Where stories live. Discover now