CAPITULO 4

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-huff... pufff... ¿Qué te pareció eso? – dijo con cansancio Grimm mientras recuperaba el aliento.

Quien hubiera pensado que el director Crowley era mucho más veloz y ágil que los anteriores fantasmas, fue una batalla difícil puesto a diferencia de los otros no tenía un patrón fijo que muchas veces no pudieron atinarle un golpe, pero eso cambio en el momento que Grimm pudo distraerlo lo suficiente para que una de sus llamas lo pudieran rozar, aunque sea un poco su brazo.

Tanto Grimm y Aisha estaban exhaustos por la persecución y de esquivar varias veces de los ataques del director.

-increíble... - decía impresionado el director - que una persona sea capaz de hacer que un monstruo le obedezca, es algo impresionante – reconoció el director -.

- ¿e-en serio? – decía Aisha aun recuperando el aire.

- hmm... - el director sujeto su mentón para de un modo pensativo mirar a la chica – desde el incidente de la ceremonia, mis instintos como profesor me han estado diciendo algo.

Caminando hacia la joven se posiciono a unos cuantos centímetros de ella, aun en ese modo la miro directamente a esos ojos que en ningún momento se despegaron de su persona y aun le llamaban mucho la atención.

Ella aun con una expresión neutral sus ojos mostraban un peculiar destello que no podía describir el director, pero no lo miraban con superioridad o intimidación, curiosos se podrían decir, pero había algo más...

-puede sé que tal vez tengas una cualidad de entrenadora o domadora de bestias – dijo Crowley, pero de un momento a otro – pero entonces...

El director empezó a murmurar un montón de cosas que tanto Grimm y Aisha lo miraban sin entender nada mientras baja una gota de sudor por su mejilla, que al mismo pensaron.

-'' ¿y a este que mosco le pico? ''.

Aisha miro de reojo a Grimm, aunque no tuvieran una buena relación pudo ver con sus propios ojos el potencial que tenía y con ello el recuerdo de cómo le contaba su sueño de entrar a la academia, cerro momentáneamente los ojos para reflexionarlo mejor, tendría mucho que lidiar, pero si se trataba de habilidad solo era cuestión de pulirlo.

- ''podría intentarlo'' - con calma miro al director.

-director Crowley, tengo una pequeña petición que quisiera pedirle, si no es molestia – tanto Grimm y el director Crowley la miraron expectantes, con una pequeña sonrisa de ojos cerrado - ¿puede dejar que Grimm viva aquí conmigo? Como mi compañero.

- ¡¿Qué?! – dijeron tanto Grimm y Crowley sorprendidos a la joven que no se inmuto por esa reacción de ellos.

- ¿dejar que un monstruo...? – señalo con su dedo índice enguantado de garras doradas a Grimm - ¿viva aquí...? – ahora apuntándola a ella incrédulo - ¿con usted?

- tu... - decía Grimm aun incrédulo por dicho por la chica.

- por favor, director Crowley – decía decidida Aisha, se inclinó levemente a forma de petición y respeto.

Crowley lo tuvo que meditar, sabia claramente que nada bueno traía si dejaba que la criatura se quedara, pero no podía negar a esta humilde petición de la chica, suspiro con exasperación para mirarla y decirle.

-ahgg... supongo que no tengo elección – la chica levanto la mirada para con ojos brillosos de emoción lo miraba, rendido continuo – esta bien, puede quedarse con usted.

Grimm chillo de emoción, elevando sus patas al aire exclamo con alegría - ¡¿fnagh?! ¡¿en serio?!

- ¡sin embargo! – detuvo abruptamente el director la emoción de Grimm para aclararle – alguien que no fue elegido por el Espejo de la Oscuridad, no puedo dejar que se inscriba en la escuela, incluso si va a quedarse contigo – ahora mirando también a la chica que lo miraba atentamente – y también hasta que regrese a tu mundo, no puedo dejar que este vagando por ahí sin hacer nada, señorita Akashi.

𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 Where stories live. Discover now