Prólogo

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Es una mañana muy tranquila y soleada, perfecta se podría decir. Parejas caminando felizmente por los parques, estudiantes levantándose para ir a clases y adultos que iban hacia sus trabajos

Un pelinegro se alistaba para irse a su preparatoria, mochila, útiles escolares y ropa, Lo normal de un estudiante. El pelinegro ya estaba listo para irse. Solo le faltaba desayunar. Ya estando en la mesa una pequeña niña le da un plato con curry el cual le agradece, un hombre rubio y con brazos más anchos se sentó al frente del.

—Buenos día, hijo —. Saludo el rubio.

—Buenos días, viejo —. Respondió.

—Deberías dejar de estudiar tanto, deberías de aprovechar tu vida de adolescente —. Dijo el rubio que disfrutaba de su curry.

—Disfruto mi adolescencia de esta manera —. Respondió el que ya había terminado de su desayuno.

—Como quieras. Oh, casi lo olvido, te llegó una carta algo rara, la tiene Raiha —. Dijo el rubio que también había terminado de desayunar y  preparándose para irse a su trabajo.

—Está bien, nos vemos luego, viejo —. Despidió y iba a buscar a su hermana.

—Nos vemos luego, Fuutarou. Despídete de tu hermana por mi —. El rubio se fue a camino a su trabajo.

El pelinegro nombrado Fuutarou buscaba a su hermana la cual ya se había ido, el adolescente vio la carta en el mueble que estaba al lado de la puerta de entrada, cogió la carta y  la abrió, para su sorpresa observó cómo está tenía un corazón con un número 1 en el centro, confundido volteó la carta y vio el mismo corazón solo que había cambiado de color, era de color amarillo y en el centro tenía tres letras "F x I" esto lo confundía aún más, guardo la carta en su mochila y se fue directo hacia su preparatoria. Esto debía mostrárselo a sus amigos.

Ya había llegado a su preparatoria y fue a su aula, apesar de que estudiar es su única meta ahora mismo tenía su cabeza en esa maldita carta. La alarma estrépito y todos los alumnos salían de sus aulas. Fuutarou que buscaba a sus dos amigos pero no los encontraba, después de un rato los encontró en una máquina de bebidas y fue directamente hacia ellos.

—Hey, Fuutarou. ¿ Cómo has estado? —. Pregunto un rubio.

—Chicos, tengo noticias. Me llegó una carta de amor —. Exaltado.

—¿¡Que dices!? —. Dijeron los dos.

¡!

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Dejaré en claro que a partir del capítulo 1 serán más largos.

Eso es todo.

Nos vemos lectores.

Acosadoras Where stories live. Discover now