Capítulo 7

2.3K 197 20
                                    

Miércoles...

El día especial había comenzado, la mitad de semana había llegado y eso alegraba a muchos estudiantes.

El sol que golpeaba fuertemente en las ventanas de los ciudadanos indicando que un nuevo día había comenzado, un día que para muchos era normal pero para un pelinegro era todo lo contrario.

Con sus sentimientos alocados se levantó y de un pequeño cajón que tenía en su habitación saco una peluca rubia, siendo sincero prefería la peluca a tener que teñirse el cabello y aguantar días con su cabello rubio.

Ya estaba completamente preparado, solo le faltaba desayunar e así ir a su preparatoria. Un vez que llego noto que no había nadie en el comedor, comenzó haber a los alrededores y no encontró a nadie, volvió al comedor y vio una pequeña nota y un pan tostado al lado de esta, el la tomo y vio que era de su padre y empezó abrirla.

"Raiha se enfermó y fui con ella al consultorio para asegurar que nada malo le pase, Raiha con sus últimas fuerzas te hizo ese pan tostado. Espero que lo disfrutes"

Atte: Tu padre.

Fuutarou al terminar de leerla suspiro y deseaba que no sea nada malo, se sentó en la mesa y comenzó a comerse ese pan tostado, ya haber terminado se puso la peluca y fue directamente hacia la puerta y así ir a la preparatoria.

Mientras más caminaba más aumentaban sus nervios, este plan sería el que lo ayude a volver a sus días pasados, su tranquilidad, su seguridad y sobre todo, su paranoia se iría por fin. En el camino se encontró a sus dos amigos, Maeda sentía emoción, por fin pasaran de página sobre este tema y podrán hacer los mismo idiotas de siempre, Takeda sentía... ¿Inquietud? Ni siquiera el sabía por qué sentía eso, ¿Debería sentir emoción como Maeda o debería sentirse nervioso como Fuutarou? Solo suspiro y siguió el paso a los otros dos, este sería el último día en que dejara de sentir miedo aunque francamente no sabía a qué le tenía miedo.

El trio ya había llegado a la preparatoria, con muchos sentimientos juntos dieron un paso adelante y ya listos para asumir lo que suceda el día de hoy.

La primera clase ya había comenzado, Fuutarou que intentaba poner atención no lo lograba, sus nervios hacían que su mente se pusiera en blanco y sus manos no dejaban de sudar, levantó el brazo para preguntarte a su profesor si podía ir al baño el cual acepto de forma inmediata, el adolescente se levantó de su asiento y salió de su salón y camino hacía al baño, al llegar al baño se mojó la cara más de una vez, y se miraba al espejo, sus nervios e inseguridades le estaba haciendo una mala pasada, no lo dejaban pensar con claridad, comenzó a inhalar y exhalar para poder estar más tranquilo, no obtuvo el resultado que quería pero al menos podrá seguir a la clase aunque sea un poco mejor.

El pelinegro tocó la puerta para que así el profesor lo dejara pasar y fue hacia su puesto, antes de comenzar a escribir lo que el profesor había puesto en la pizarra su apellido fue nombrado por la cuarta hermana de la familia nakano.

— Oye, Uesugi-san. ¿Te encuentras bien? —. Preguntó la chica de listón que mostraba cierta preocupación por su tutor.

— S-si, estoy bien —. Afirmó este con nerviosismo notorio.

— Okay... —. Dijo esta sin mucha confianza.

La primera clase ya había terminado, cada vez más se acercaba lo imprescindible, Fuutarou fue al patio en busca de sus dos amigos los cuales los encontró en la máquina de bebidas, se acercó a ellos y vio como Takeda bebía su energética como loco.

— ¿Que te sucede, Takeda? —. Preguntó Fuutarou que lo miraba con preocupación.

— El idiota este dice que siente un mal presentimiento, además que sus manos no dejan de temblar —. Respondió Maeda que miraba a Takeda que al terminar la primera lata se compró otra.

Acosadoras Where stories live. Discover now