Capítulo 8

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Había pasado más de una semana desde que el plan de Fuutarou fallo y el plan de las hermana nakanos había comenzado, desde esa semana las tutorías habían reanudado, Fuutarou apesar de que sentían un mal presentimiento solo se lo tragaba y daba las clases en el departamento de ellas. Ellas no eran y sus planes lo demostraron, solo le quedaba buscar pistas de la verdadera acosadora que al parecer jugaba con él y sus amigos.

El día lunes había caído y el pelinegro caminaba al lado de sus dos amigos más cercanos los cuales conversaban de manera amigable.

Ya una vez llegado a la preparatoria cada uno se fue a su salón, Fuutarou que se sentó donde siempre se sienta y comenzó a prestarle atención al profesor que le asignaron.

La primera clase ya había terminado y vio como Takeda y Maeda lo esperaban fuera de sus aula, el trio caminaba sin dirección alguna, Fuutarou que miraba a sus alrededores logró captar que los estudiantes no los miraban bien, sus miraban expresaban asco, desprecio o miedo, pero lo más raro de todo esto es que aquellas miradas no eran para el si no más bien se dirigían para Maeda y Takeda.

— Oigan, chicos —. Dijo Fuutarou interrumpiendo a Maeda.

— ¡No me interrumpas, Fuutarou! —. Dijo Maeda.

— ¿No notan las miradas? —.

— ¿Que miradas? —. Preguntó Takeda.

— Observen su alrededor —. Dijo Fuutarou.

Y tal como dijo Fuutarou una gran mayoría de los alumnos los miraban de mala manera, esto confundió mucho a los tres pero prefirieron solo ignorarlo hasta que la hora del receso había terminado.

Antes de irse a su aula Fuutarou miro de reojo como se iban los dos y al parecer no estaba equivocado, las miradas eran hacia ellos dos ¿Que hablan hecho para que casi toda la escuela los mire mal? Se preguntaba Fuutarou reanudó si marcha hacia su aula.

La hora del almuerzo comenzó y el trio estaban sentado juntos como lo hacían todos los días, pero con mucha incomodidad, las miradas que al comienzo eran bastantes ahora se podría decir que era casi toda la preparatoria y los rumores que antes se hacían a espaldas ahora se escuchaba como si no les importará que ellos estuvieran al frente de ellos.

— ¿Que demonios está sucediendo? —. Preguntaba Maeda.

— Eso a mi también me gustaría saber... —. Dijo Fuutarou.

— Solo coman e ignoren los —. Dijo el rubio que se mostraba calmado.

— ¿Como cojones estás tan calmado? Yo estoy al borde de golpear a unos de estos imbéciles —. Dijo Maeda.

— Te equivocas, no estoy calmado. ¿Pero que podemos hacer? somos nosotros tres contra la gran mayoría de estudiantes, solo nos queda actuar que no nos importa —. Respondió Takeda.

— ¡Mierda! —. Gruño Maeda.

Fuutarou prefirió guardarle lo que tenía que decir.

Era la hora de salida pero sinceramente era mucho peor se lo que esperaban, las miradas que se sentían como si en cualquier momento los iban a atacar, algunos que estaban escondidos dentro de los estudiantes les gritaban insultos, el trio solo actuaba que estaban calmados pero la presión del ambiente les generaba inseguridad y no bajan la guardia en ningún momento.

Caminaron hasta que por fin lograron salir de la preparatoria, se sentían aliviados pero con cierta extrañes ¿Por qué los miraban de esa forma? O mejor dicho ¿Por qué miraban a Maeda y Takeda de esa forma? Fuutarou solo parecía un tercero dentro de aquel círculo. Al llegar a cierto punto se despidieron y cada uno fue a su hogar, menos Fuutarou que tenía tutorías con las hermanas. Ya había llegado al edificio donde vivían estás y vio como Miku estaba apuntó de entrar y entonces le gritó para que no lo dejara afuera, Miku escucho y detuvo la puerta eléctrica así dejándolo pasar.

Acosadoras Where stories live. Discover now