Por fin... (E)

183K 9K 886
                                    

Aún recuerdo las cosas que me contaba mi madre, ella siempre me decía que sería una Alfa estupenda, que algún día encontraría a mi preciado mate, hablo en pasado, por el sencillo hecho de que ella ya no está, desde entonces llevo viviendo sola todo este tiempo, una loba solitaria, bueno aun no soy una loba, esta tarde al fin ocurrirá, mi primera transformación y me dirán mi rango, espero llegar a ser la Alfa que mi madre siempre quiso, poder encontrar a mi mate y ser feliz, como mi madre quería. Pero tengo que admitir que me da miedo tener a ese "Alguien", a un mate, ya que después de mi madre no e vuelto a recibir nada de amor por parte de nadie, no creo en eso, pero me gustaría que alguien lo cambiara... Tampoco tengo amigos, no porque sea un antisocial, pero a mi me han enseñado diferente a los otros, e tenido clases privadas y me dijeron que hasta que no tuviera mi primera transformación no podría ir a un instituto normal, supongo que alguien diferente a los demás tiene que tener educación diferente.

Me estaba dirigiendo a una parte del bosque, donde me esperaba la loba más mayor de la manada, una loba de más de cien años, ella te decía tu rango, tu categoría en esta manada. Me dirigía lo más rápido que podía, tenía muchas ganas de saber cómo sería mi loba, de cambiar mi vida, de ser normal y por fin encajar aquí.

Al llegar la contemple, tenía el pelo blanco, unos ojos ¿amarillos?, con algunas arrugas en la cara, no muchas pero se hacían notar. Yaquí estaba delante de la persona que iba a decidir mi destino. 

-¿Preparada?-me preguntó.

-Si.-Solo alcance a decir eso, estoy bastante nerviosa.

Empezó a recitar un encantamiento, no sabía lo que estaba diciendo, solo a veces conseguía entender algo como "Suyaka", esas palabras eran de un ritual antiguo, donde se nos forzaba a cambiar para no hacerlo por nuestra cuenta, asi no perdemos el control, era una forma segura de hacerlo. En cuanto acabo de decir el conjuro, escuchaba mis huesos romperse, no dolía, pero notaba como iban cambiando de forma, como se iban moviendo. Cuando todo acabó mire al suelo, dejándome ver dos patas blancas y peludas, volví la vista a la persona que había hecho esto posible, que me contemplaba con una sonrisa.

-Enhorabuena, Alfa.-no me lo podía creer, lo e conseguido-Ya puedes irte, para acostumbrarte a esa forma.-me sonrío, no me suelen sonreír mucho.

Salí corriendo a una gran velocidad, en este cuerpo se puede ir bastante rápido, me detuve en el río, para poder contemplarme. Era una loba enorme, normal, era el tamaño de un Alfa, que son más grandes que otros rangos, era toda blanca, un blanco puro, un blanco nieve. Inmersa en mis pensamientos pude escuchar un sonido, pero que solo podía escuchar yo, era un pequeño aullido, que provenía de mi mente.

"Soy Roxy, tu loba interior"-Al fin, mi loba a salido a la luz con tantas ganas como yo.

"Yo Agatha"-Aunque ella ya lo sabía, a estado dentro de mí todo este tiempo.

"Eres guapa, eso vendrá bien"-Sonaba superficial, pero todos los lobos eramos asi, y quieras que no te daba seguridad destacar aún más para tu pareja.

No puede evitar sonrojarme, yo era rubia, de ojos azules, con estatura mediana. Mi vientre era plano por el duro entrenamiento, y tengo que admitir que unas buenas curvas, pero es lo normal,es lo que pasa cuando te pasas toda la vida practicando para este momento, y el entrenamiento eso se acaba notando, aunque podría mejorar un poco más mi rendimiento.

Me pasé dos horas hablando con mi loba Roxy, conociendola, dándome cuenta que era igual que yo, que estábamos hechas la una para la otra. Regrese a casa, donde estaba toda la manada, mirándome mientras ¿me sonreían? esto es nuevo. Me pare enfrente de nuestro Alfa, el cual se puso delante de mí.

-No pueden haber dos Alfas, como líder de esta manada te expulso. Nunca más podrás volver.-Dijo con asco.

Pero a nadie le afectó, todos sonreían por eso, incluso la vieja que me ayudo esta mañana para hacer esto posible... Así que por eso me han estado entrenando duro, para darme la patada sin remordimiento, solo he sido apartada toda esta vida para poder vivir sola. 

Al fin te encuentroOn viuen les histories. Descobreix ara