12. 🎹

314 57 3
                                    



12

¿Boda?



—Terminamos por hoy—aviso levantándose rápido del sillón frente al piano.

—Está bien—tome mi bolso—. Zack, ¿Sabes si Lavery...?

—En su habitación, no te preocupes por mi padre, ya tuvo que haber salido de la casa hace unos minutos.

Asiento levantándome para poder salir, estar encerrados juntos y solos por más tiempo me haría cometer una locura.

—Mura.

Me gire para mirarlo. Estaba apagado, destruido, triste, como si algo lo estuviera matando por dentro.

— ¿Estas bien? —no pude evitar preguntarlo—. No puedo irme sabiendo que tienes un aspecto terrible.

Aun con su horrible aspecto, se veía demasiado guapo, y para rematar se lamio el pircing de su boca y mire justo en esa dirección.

Joder.

—Eres muy entrometida—me encogí de hombros.

—Mi madre me dijo que era un don.

—Vaya don—se burló—. ¿No te ibas?

Se sentó en su cama y se pasaron las manos por la cara en frustración.

—Ya no quiero irme—me puse frente a él.

— ¿Ahora qué quieres? —hizo mala cara

— ¿Por qué tienes esa cara?

— ¡Es mi cara de todos los días! ¡No tengo otra!

—Tienes cara de querer suicidarte, y yo no quiero que te mueras—me miro con curiosidad y aclare—. Al menos no hasta que ensayemos unas semanas más. Me tiene que ir bien en el show.

—Que indignación—se quejó levantándose y pasando por mi lado yendo hacia su armario.

— ¿Cuándo me enseñaras de verdad? —cambie de tema, no quería hablar de lo que le pasaba y era hora de dejar ala Mura curiosa a un lado.

— ¿De qué hablas?

—Me refiero a que tú, toques el piano y yo aprenda los acordes exactos.

—Ya te dije, Murita—me revolvió la cabeza con su mano despeinándome—. Yo no toco piano, al menos ya no.

— ¡Oye! ¡Mura, no Murita! —lo empuje pero no hice nada, es mucho más grande—. Vaya profesor me toco.

—Acostúmbrate—se encogió de hombros.

—No aprenderé nada—me queje.

—Si lo harás, hoy no te perdiste en el final de Mozart—era verdad, estaba mejorando.

—Soy buena—admití—. Y bonita. Ósea soy buena pianista, bonita y genial, agrégale a eso compositora...

Me calle y creo que el no escucho lo que dije al final.

—Vaya ego.

— ¡No como el tuyo! —trate de buscar otro tema pero me quede corta de palabras.

El hablo:

—Pianista, sí. Genial, sí. Bonita no—no mentiré que ese comentario me dolió—. Preciosa si, hermosa diría yo—se me seco la boca—. ¿Compositora? —arrugo sus cejas.

Mi Melodia Favorita✔️Where stories live. Discover now