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Boda parte 1


Domingo.

Dos días habían pasado.

Zack no me había escrito o llamado, supongo que cambio de opinión o no soporta la idea de verme. Pero aun así yo estaba decidida en asistir a la boda. Lavery me había dicho que pasaba por mí ya que era el día libre de Leo y mis padres habían decidido irse todo el fin de semana. Y Valerio, bueno, él está con salud.

Nora también la habíamos invitado pero ella al final no pudo ir ya que tenía tarde familiar.

Cuando Lavery estaba estacionada afuera de mi casa me mire por última vez a espejo aplicándome un poco de labial rosa que hacia juego con mis vestido del mismo color por sobre mis rodillas para decir que mis tacones de solo siete centímetros plateados eran lo mejor de todo el atuendo elegante.

El cabello, bueno el cabello lo deje suelto y solo me pase la plancha, porque si no lo hago parecerá un nido de pájaros.

Tengo frio. Menos mal Lavery me dijo que la boda era en su casa en la parte de adentro con calefacción así que solo necesitaría abrigarme para mientras llego y para cuando me vaya.

—Te vez preciosa, definitivamente el rosa es tu color, ¿Nora? —Alaga y pregunta la rubia cuando me subo a su auto.

—Tiene tarde Familiar.

—Ou, ¿Andando?

—Andando.

Mi ansiedad me consumía cuando solo estábamos a unas cuadras. Ver a Zack de nuevo, era algo que me tenía un poco indecisa ¿Me invitara a salir? ¿Ya se abra olvidado de que nos besamos el día del baile de máscaras? ¿Solo fue un beso sin sentido para él?

Joder.

— ¿Todo bien? —Lavery estaciona el carro mientras observa mis manos inquietas.

—S-sí.

—Zack, ¿Verdad? —Indaga.

¿Ella es adivina? ¿O yo soy muy obvia?

Si. Soy muy obvia

—No me ha hablado desde el viernes.

—Este idiota—se baja del carro y voy con ella.

—No le vayas a reclamar nada, Por favor. Quizás yo confundí todo y...

—Mura. Tú le gustas, y mucho, pero no quiero que juegue de esa manera contigo—siento un nudo en la garganta.

—No le digas nada—le ruego—. Por favor.

Ella tuerce los ojos y relaja sus hombros de nuevo.

—Está bien, pero si ese idiota vuelve a ser un imbécil me lo vas a decir, ¿Si?

Asiento dándole un abrazo para entrar juntas a su casa.

Cuando entro a su casa ya mi abrigo no es necesario, lo dejo colgado en mi brazo esperando que la rubia de ojos azules me diga donde dejarlo. La sala está llena de invitados y puedo reconocer a la novia en una esquina charlando con unas chicas a su alrededor.

Al señor Howar no lo he visto, y espero no verlo, aunque sería muy tonto pensar eso ya que es su matrimonio.

Lavery me guía a su habitación para dejar mi abrigo y mi bolso para sentarme un segundo en su cama.

Mi Melodia Favorita✔️Where stories live. Discover now