21. 🎹

329 61 1
                                    



21

Ultima vez


Había estado dándole vueltas al asunto de ensayar el domingo a la tarde sola en Candance. Si efectivamente con el piano prohibido. Solo que, no quería meterme en problemas, pero mis ganas eran más por sentir ese positivismo que el piano emanaba que cualquier otra cosa.

Así que como una maniática desquiciada me desperté mucho más temprano de lo habitual y llegue dos horas antes a la Candance.

Si lo sé, solo es un piano.

Pero no es cualquier piano, es el prohibido, y el hecho de que sea prohibido resalta mi curiosidad.

Ensaye mi melodía e incluso pensé varios nombres, ya solo faltaba unas teclas finales para terminarla al fin, creo que he tardado demasiado, pero creo que no es por componer, si no por inseguridad.

Nuevamente comienzo mi melodía sintiendo la música en la punta de los dedos de mis pies vibrar, vacilo unos segundos para saber si cambiar algo o no y definitivamente ya está bien, esta perfecta.

Tres teclas finales, eso me faltaban. Solo tenía que pensar en algo que me hiciera sentir mariposas en el estómago para que mi inspiración no se fuera por la borda.

Escuche una puerta abrirse bruscamente y mi corazón latió como loco.

— ¿Mura?

Mierda.


(***)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(***)

Falcon me observaba dubitativo mientras fruncía el ceño, se mordía el dedo índice y miraba hacia el piso.

— ¿Falcon? —rompí el horrible silencio.

—Zack se enojara horrible.

Hice un puchero exagerado.

—No se enojara si no se entera—me acerque a el cambiando mi cara ahora de niña inocente—. No dirás nada, ¿Cierto?

— ¿Sabes que algún día tu curiosidad te llevara a un límite sinigual? —cuestiono.

—Quien sabe—me encogí de hombros.

Volví a mirarlo con expresión triste.

—Yo no diré nada—dijo rápidamente—. Pero joder, Mura ¿Cómo no ensayas en las otras aulas?

Es lo que yo misma me pregunto.

—Es algo inexplicable, Falcon, solo no preguntes más y júrame que no dirás nada.

—No lo hare—achique los ojos—. Lo...Juro

—Bien.

—Pero Algún día alguien te va encontrar aquí y va ir corriendo a la dirección a contar todo.

Mi Melodia Favorita✔️Where stories live. Discover now