Capítulo 8 •Plantado•

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Allan Hill.

La emoción por mi cita, si es que así se le podía llamar a mi desayuno con Alessia, no me permitió conciliar el sueño.

Desconozco el motivo y sobre todo el sentimiento, trato de convencerme de que solo es un desayuno amistoso, pero mi corazón me quiere hacer creer lo contrario.

Me despierto más temprano de lo habitual, con una energía que se adueñó de mi cuerpo, impulsándome a arreglarme como si de un evento muy importante se tratase.

Luego de ducharme y lavar mis dientes, me detengo frente a mi armario para analizar minuciosamente cada prenda de vestir, imaginando posibles combinaciones, para obtener así el atuendo perfecto.

Luego de pasar unos minutos debatiendo entre dos opciones a escoger, me decido por un pantalón ajustado de color negro con una correa a juego, una chaqueta de mezclilla abierta sobre una franela básica blanca y mis botines converse negros. Para darle otro toque, opto por añadir accesorios, así que elegí un par de cadenas plateadas, anillos y una pulsera para mi mano izquierda.

Me peino como siempre mojando un poco mi cabello, con mis manos aplico crema de peinar y con mis dedos voy definiendo mis rizos uno a uno, peino también mis cejas y finalizo el proceso de acicalamiento con una buena cantidad de perfume.

Me miro en el espejo y realmente me gusta lo que veo, espero que Alessia piense lo mismo.

Ya es hora de salir, así que tomo mi mochila junto con mi celular y mis llaves, y me dirijo escaleras abajo, pues mi departamento queda justo sobre el negocio de mi abuela.

Una vez me encuentro frente al café me percato de que es demasiado temprano, aún no han abierto, así que me toca esperar. Me siento en una de las sillas que se encuentran en el área y mi cabeza no para de dar vueltas, no logro descifrar si estoy nervioso, emocionado, o incluso asustado.

De manera instintiva me quito uno de mis anillos y comienzo a jugar con él, haciéndolo girar sobre la mesa, me ayuda a calmar la ansiedad. Me pregunto si cuando llegue Ale deberé atenderla yo, o si debo quedarme sentado como si fuese un simple cliente y que nos atienda alguien más, en verdad no lo había pensado, pero ya veré, por ahora no voy a preocuparme por pequeñeces.

Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y abro la cámara frontal, quiero asegurarme una vez más de que me vea bien. Aprovecho para tomarme unas cuantas fotos y cómo me gustaron, las subo a mi historia junto a un sticker que dice "Buenos días".

Debo decir que soy algo popular en redes sociales, y no es porque me haya esmerado para conseguirlo, simplemente de un momento a otro mis seguidores comenzaron a aumentar.

Cinco minutos han transcurrido desde que subí la historia y ya varias chicas se han tomado el tiempo de halagarme, algunas de una manera más cordial y otras parecen leones salvajes detrás de su presa, no tienen idea de la imaginación que tienen algunas mujeres para hacer un cumplido o para llamar la atención de un chico, es una lástima que ahora mismo no esté interesado de manera amorosa en nadie, ni creo que llegue a estarlo en mucho tiempo.

«Si, claro, sigue engañándote a ti mismo»

Me distraje tanto en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento abrieron el café. Ya el lugar está lleno de los clientes habituales, siempre suelen ser los mismos, personas que viven o trabajan cerca de aquí, así que observo muchos rostros familiares... Excepto el que estoy buscando.

Tal vez se quedó dormida, por eso viene un poco tarde.

O seguro está invirtiendo bastante tiempo en arreglarse, las mujeres que conozco suelen tardar mucho en eso, aunque no sé para qué ella lo haría, estoy seguro de que sin esforzarse demasiado también se vería hermosa.

«Vaya, y lo dice el chico que no está interesado en nadie»

Los minutos pasan, los nervios cada vez me invaden más, he caminado de un lado a otro sin parar y no logro ver ni su silueta asomándose. Comienzo a preocuparme.

¿Se habrá arrepentido?

Es lo más seguro... Comienzo a sentirme mal y me repito a mi mismo que todo es mi culpa, que no debí ser tan directo, no debí cargarla de camino a casa, no debí decirle lo linda que se veía incluso con sus muecas de dolor, no debí mirarla tan fijamente a esos profundos ojos verdes que irradian alegría, no debí tomarle la mano, no debí invitarla a comer, tal vez, ni siquiera debí aparecerme en su vida.

Soy un fracaso, alejo a todos de mí, creí que con ella si podría tener una linda amistad, incluso llegue a pensar por pequeños instantes que podríamos lograr tener algo más, pero que me haya dejado plantado esperándola solo me recuerda que eso jamás pasará ni con ella ni con nadie.

Ya debo entender de una vez por todas que mi destino es estar solo, la vida me lo ha demostrado un sinnúmero de veces y no le hago caso, siempre intento dar lo mejor de mí y tal vez es eso lo que hace que las personas se alejen, no soy de muchos amigos, mucho menos de amores, solo tuve una novia en mi vida y no resultó para nada como lo esperaba, me rompió de mil maneras diferentes y aunque algunos dicen que los hombres no tenemos sentimientos, se equivocan, desde ese momento me llené de inseguridades que poco a poco he ido controlando e incluso eliminando, cerré mi corazón con candado y me prometí a mi mismo nunca más volver a abrirlo, no quiero volver a sufrir de esa manera y es que, aunque sea muy lindo, el amor siempre viene acompañado con un poco de dolor.

Hasta hace unos días no quería establecer relaciones de ningún tipo, ni siquiera amistosas, las personas que se acercaban a mí simplemente las trataba por cortesía, y estaba bien con eso ¿Para qué necesito a alguien más en mi vida? Nací solo, puedo morir solo también.

Pero fue en el momento en que ella llegó que esa ideología comenzó a cambiar, no pude nada más tratarla por cortesía, entablar una conversación con ella me salía tan natural, como si la conociera de toda la vida, es hermosa y esto va más allá de su físico, es su alma, su esencia, tan pura que te inspira a querer conocerla más, vibra tan alto que contagia a cualquiera con su sincera sonrisa y sus escandalosas carcajadas cuando hace algo torpe, y aunque esto únicamente fue lo que pude conocer de ella en dos días, tenía la esperanza de que nuestro lazo llegaría más lejos. Pensé que también le caía bien, que también quería pasar más tiempo conmigo, pero me equivoqué, y es una lástima.

De ahora en adelante volveré a ser el mismo Allan serio y callado que no habla con nadie, más allá de lo necesario. Volveré a refugiarme en mi caparazón de piedra, porque así lo desean y sin duda así es mejor, descubrí que cuando saco a la luz mis verdaderos sentimientos, termino espantando a las personas que sinceramente quería mantener en mi vida.

N/A:

¡Hola! Disculpen que no había actualizado, estaba pasando por un mal momento, pero aquí está el capítulo.
Es la primera vez que podemos ver el punto de vista de Allan, ¿Que les parece que nuestro bebé se haya puesto tan sentimental?
Pobrecito, va a quedar así 🤡 cuando sepa que Alessia solo se sentía mal y por eso no asistió.

El capítulo está algo corto pero eso es porque es más como un capítulo extra, no se preocupen que subiré el siguiente en el transcurso de lo que queda de semana☺️

Por cierto, quería darles las gracias pues ya el libro alcanzó +1k de lectores, en serio sin su apoyo no sería lo mismo, los quiero mucho❤️

En alguna calle de VeneciaWhere stories live. Discover now