Capítulo 12 •Tequila•

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Alessia Russo

—¡Zaid! —grita Zahara, mientras se levanta y corre hacia él, para luego abrazarlo con fuerza. 

No puedo imaginar la expresión que debo tener en mi rostro, mi cerebro está a punto de estallar.

Observo cómo ambos me observan.

—Alessia, él es mi hermano Zaid, del que te he hablado. —me dice mi amiga con una sonrisa, al parecer este hombre hizo que se olvidara de que hace un minuto estaba vuelta un mar de lágrimas.

Las palabras no salen de mi boca, trato de relajarme y actuar natural, pero no lo consigo.

—Mira que estoy acostumbrado a gustarle a las mujeres. —dice Zaid, acortando peligrosamente la distancia entre nosotros. —Pero debo confesar que jamás había dejado a ninguna en estado de shock. —me dedica una sonrisa ladina, saca una mano de su bolsillo y la acerca a la mía, tomándola y sacudiéndola levemente como señal de presentación. —Un gusto, Alessia. —suelta mi mano y me guiña un ojo, para luego girarse nuevamente hacia su hermana.

Zahara me observa con preocupación, y yo por fin logro emitir unas palabras.

—Debo irme.

—¡Alessia espera! ¿Qué te pasó? —pregunta mi amiga.

No digo nada, solo acelero el paso. Quiero alejarme lo más rápido posible.

***

El camino a casa se me ha hecho largo, más que todo porque luego de comprobar que me encontraba a la distancia suficiente de ellos, comencé a caminar lento, en un infructuoso intento de despejar mi mente.

La oscuridad de la noche se hizo presente y la ciudad se ve preciosa y bastante alumbrada, desde que llegue aquí no había estado fuera de casa a estas horas.

La calle en la que vivo es bastante transitada, me encuentro a una cuadra de mi casa, pero me detengo frente a un establecimiento que aparenta ser un bar.

¿Debería entrar? No soy de tomar a menudo, pero en este momento siento que necesito un trago con urgencia.

«Claro que lo necesitas, así que no lo pienses más y hazlo ya»

Termino decidiendo que no estaría mal complacer mis deseos, así que camino hacia el interior del lugar.

De entrada percibo un ambiente alegre, el sitio está repleto de personas, algunas bailando, otras conversando y las demás se encuentran en la barra simplemente tomando. Lo mismo que haré yo.

Me acerco a la barra que se encuentra al fondo y tomo asiento en uno de los taburetes.

Pido una cerveza y mientras espero a que me la sirvan saco mi celular para ver si tengo alguna notificación sin abrir, pero me percato de que no tengo batería, así que supongo que debe tener ya un buen rato apagado.

El bartender me entrega mi cerveza y le doy un trago largo, arrugando mi rostro por la cantidad de alcohol de la que no estoy muy acostumbrada a ingerir.

La música que reproducen las bocinas está muy buena, en este momento está sonando "Love tonight" de David Guetta, la pista de baile está repleta de personas disfrutando de la noche, a diferencia de mí, que solo quiero ahogar mis penas en alcohol.

Luego de algunos tragos más a mi cerveza me comienzo acostumbrar al sabor, rápidamente la termino y pido otra.

—Dos shots de tequila, uno para mí y uno para ella. —escucho decir a una chica a mi derecha.

En alguna calle de VeneciaWhere stories live. Discover now