Dahyun Twice 🍭

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Aquella mañana de invierno una chica despertaba entre sus cálidas cobijas a causa de la alarma, eran las seis de la mañana y como siempre se tomaba otros cinco minutos de descanso antes de que el reloj volviera a sonar indicando que se le haría tarde si no se levantaba en ese instante.

Sus ojos se abrieron entonces para ver hacia la ventana, la claridad era mínima porque afuera aún estaba oscuro, T/n soltó un pequeño suspiro antes de levantarse con pesar, su rostro era serio mientras hacía su rutina diaria de aseo.

Se preguntó una y otra vez si era completamente necesario ir al trabajo ese día o si tendría graves consecuencias si decidía faltar, la jefa era su amiga de toda la vida y aún así no quería fallarle porque sabía lo que una pequeña acción podría significar para otros.

Se miró al espejo mientras ponía un poco de crema en su rostro y respiró con fuerza atrapando ese dulce aroma, tal vez su presentación no fuera la mejor pero siempre olía tan bien que algunas de sus compañeras pasaban bastante de su tiempo caminando a su lado y quedándose más de lo normal con ella.

Verlas olfatear con disimulo antes de soltar un suspiro era algo que siempre le avergonzaba un poco, eran mujeres realmente atractivas así como ella y si tan sólo pudiera intentaría algo amoroso con alguna afortunada.

Sonrió levemente antes de negar y cerrar su crema, aquello era simplemente imposible, continuó sin querer pensar más en ello hasta que estuvo lista para irse, abotonó su gabardina negra con sus finos dedos antes de ir hasta su mueble para ponerse perfume.

Su caminar hacia la puerta se detuvo abruptamente apenas se dio cuenta de que se olvidaba de algo importante, su ánimo descendió considerablemente antes de darse la vuelta y ver esa pequeña caja de madera cerrada con un candado de la que sólo ella tenía la llave.

Caminó de prisa hasta esta y tomó la llave para abrirla con rapidez, observó dentro por algunos segundos antes de volver a cerrarla y colgar la llave a su cuello, tomó la caja y entonces por fin salió de ahí para correr al ascensor.

En cuanto se subió a su vehículo aseguró el contenedor en su soporte especial y entonces arrancó para poder irse, su mirada iba del camino a la caja una y otra vez sintiéndose patética por hacer todo eso cuando sabía que no era necesario.

En un momento frente a un semáforo en rojo observó hacia afuera en donde algunas personas pasaban, estas también llevaban una pequeña caja o en los casos egocéntricos un contenedor de vidrio porque amaban mostrar lo bien cuidado que estaba lo que llevaban dentro.

T/n chasqueó la lengua pensando en lo imprudente que aquello era, un tropiezo o simple empujón y podrían perder aquello que los hacía especiales, incluso alguien podría arrebatarlos de sus manos por presumir tanto.

Su mirada se posó sobre una chica que caminaba apresurada, ella también había caído en la publicidad de esos nuevos contenedores transparentes, pudo apreciar aquella forma tan hermosa que dilató sus pupilas.

Una hermosa bailarina de cristal con algunos toques rojos era lo que contenía, tan frágil que la ponía nerviosa lo rápido que caminaba entre las demás personas y tan preciosa bajo las manos de esa adorable chica que incluso ella se atrevería a robarla para ella.

La bocina del auto tras ella fue lo que la despertó repentinamente, aceleró para continuar su camino mientras aquella figura seguía en su mente, lucía tan encantadora que cualquiera podría caer enamorado de su dueña.

Claro que robar algo así no era tan sencillo porque para lograr algo así ella tendría que enamorar a esa chica con sutiles detalles día a día sin que la otra se diera cuenta y entonces cuando menos se lo esperara tendría aquel objeto entre sus manos como símbolo de amor verdadero.

One Shots K-popGirls y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora