VICTORIA

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Victoria salía de casa de Jessica su mejor amiga, habían estado trabajando en su proyecto de ciencias, el cual debían presentar el próximo Lunes a la señorita Roberts, se le hizo tarde y aun tenia que tomar el autobús, las calles estaban oscuras y no habia nadie en ellas, llego a la parada justo para esperar el ultimo camión, el cual pasaba a las 11:15 de la noche, se sentó a esperar, todo lucia desolado, salvo don hombres que pasaron en su viejo Chevrolet y la observaron, ella decidió perderse en las suaves melodías que reproducía su teléfono.

Un par de minutos después, sintió que alguien la abrazaba por la espalada, pinchándole el cuello.. empezó a marearse y a perder el control de sus piernas, alcanzo a ver a  una mujer que los observaba, pero esta o hacia nada, "por favor ayúdame... gritaba en su mente", antes de caer inconsciente.

***

Un automóvil ingresaba en el garaje de la propiedad, un carro de metal esperaba por el cuerpo inconsciente que bajaban del coche.

-Llévala a la jaula, veremos de que humor amanece mañana el viejo y le damos su regalo.

-Si padre.- contesto el mas joven llevando a la mujer por los túneles hasta las jaulas.

Al entrar al área, no sabia donde colocar a la mujer, puesto que las 4 jaulas estaban ocupadas, asi que decidió dejarla con quien mas confianza tenia; Peggy.

-Cariño, dejare a esta chica aquí contigo, solo en lo que el abuelo decide que jaula desocupar.

-Por favor mi señor... tenemos hambre, desde ayer que no comemos, denos algo para la niña.- imploraba Peggy.

-Esta bien, aprovechare que están distraídos y les traeré lo que encuentre.

20 minutos después regreso el hombre joven, con una charola grande de comida, empezó a repartirla y se quedo con una porción, le hablo a la pequeña que estaba en un rincón de la jaula #3.

-Ven Maddy, quieres cenar?

-La niña solo asintió, una pequeña que le faltaba un poco para los 4 años, llena de suciedad, pero aun asi brillaban sus bellos ojos azules.

Se sentó a un lado de su padre y este empezó a alimentarla, de vez en cuando acariciaba su cabello. Podría parecer hasta que sentía afecto por la niña. Peggy los observaba desde su jaula, con el corazón en la garganta, temiendo que le hiciera daño a su pequeña.

Volteo a ver a la extraña quien ya empezaba a despertar, haciéndole señas para que guardara silencio.

Las otras tres chicas ocupantes de las camas, se mantenían comiendo en silencio, tratando de no existir.

-Hoy no habrá juegos, pero mañana las quiero a todas aseadas y listas.-sentencio con voz fría el joven.

Levanto a la niña y le regalo una sonrisa mientras la encaminaba a su jaula.

-Asegúrate que la nueva coma Peggy, y de decirle las reglas de este juego. Si no quiere morir mañana mismo.

-Si mi señor.

El joven se marcho cerrando la puerta del pasillo, y dejando a las 6 prisioneras sumidas en su desgracia.

Después de un par de horas Victoria fue recuperando poco a poco su movilidad y su habla.

-Hola! Donde estamos? Quienes son estos hombres?

-Shhhs.- Le dijeron las otras chicas, no podemos hablar entre nosotras. Te castigaran si te escuchan.

-Soy Peggy Carmona y ella es mi hija Maddy.- dice en apenas un suspiro la chica que compartía la jaula con ella.

-Hola Peggy, sabes por que nos hacen esto? Que nos va a pasar?

GREEN AND BLUEWhere stories live. Discover now