9. De Novias y Otras Cosas.

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Con dieciséis años de edad, ya había descubierto muchas cosas.

Al principio, no sabías porque ocurría eso cuando estabas cerca de una chica sexy, o porque tenías una pelusa horrible en vez de un viril bigote. Yo, además, era delgado y desgarbado. No tenía ni un musculo. Pero después te acostumbras, y comienzas a pasar a través de un montón de etapas, en las que te buscas a ti mismo y pruebas un montón de estilos y modas raras.

Pasé por una época en la que el gel en el cabello era genial, con esos mechones pegoteados sobre la frente. Pase también por ese momento en que las fotografías con pose sensual frente a un espejo sucio eran las más geniales. Pero lo más importante, fue cuando pase por la época de Grease.

Sí. Me encanta esa película. Podría haberla visto un millón de veces ya, pero la seguiré viendo. Y si, la actué en la escuela. Llevaba un tiempo con esto de la actuación (mamá había insistido en que fuera a una escuela de actuación después de un cameo en una película con las gemelas, pero al final deje de ir por el futbol) y la verdad es que gracias a haber actuado como Danny Zuko, decidí que podía hacer algo mucho más grande.

Pero eso es para otro momento.

Lo que importa ahora es Hannah Walker.

Si, ella fue mi primera novia oficial. Era una chica linda, rubia y bastante alegre. Pasábamos bastantes buenos momentos juntos y a mamá también parecía gustarle. Su rol en todo esto fue impulsarme en la carrera del futbol y de la actuación, dos cosas que de verdad me apasionaban desde que era pequeño.

De hecho, la conocí en uno de esos días en los que estaba trabajando en la cafetería de Los Rovers. Ella iba a la escuela a la que me había cambiado, pero con el uniforme y el cabello tomado nunca me había parecido linda.

Hasta ese día, por supuesto.

Recuerdo que llevaba una falda rosada y una camiseta amarilla. Unos zapatos pequeños cubrían sus pies, y su cabello rubio, siempre tomado en una tensa cola de caballo, ahora caía sobre sus hombros, casi como el oro.

Nunca me había gustado una niña con el cabello rubio, pero ella, allí, lucia preciosa.

Cuando me acerqué a preguntar que deseaban, ella me sonrió muy amplia, chillando mi nombre con sorpresa. —Nunca pensé que te vería aquí— dijo después, apoyando los codos en la mesa.

No es que fuese uno de estos tipos que saben que son atractivos y saben que tienen a todas las chicas a sus pies, pero con ella –con la sonrisa que me dio, supe que ella era mía.

No estoy muy seguro de la razón de porque, cuando ella pidió la cuenta después, le pedí su número. Tampoco estoy muy seguro de porque la llame esa misma noche, ni porque salí con ella después, o cuando le pedí que fuese mi novia, pero era agradable estar con ella.

Además, ella tenía ciertos contactos con los Rovers que me podían ayudar a surgir como futbolista. No es que eso me interesara más que ella, pero una de las cosas que me hizo estar más tiempo con ella (mas por deber hacia su padre) era eso.

La verdad es que después de unos cuatro meses, ella se volvió bastante antipática. No del modo rudo sino más bien del modo "pareja feliz". Ella era muy celosa, y cada vez que hablaba con alguna chica, incluso si era cuando trabajaba, Hannah me lo echaba en cara, casi como si la estuviese engañando o algo. Y yo nunca en mi vida había pensado en engañarla.

Él día en que terminamos fue en mi casa. Habíamos terminado la escuela y yo la había invitado a beber algo a casa y pasar un rato, juntos. Ella no se había negado, pero tampoco parecía muy feliz. Cuando llegamos a casa, parecía estar vacía, y Hannah, por primera vez en mucho tiempo, había sonreído de verdad.

childhood memories; l.t auWhere stories live. Discover now