11. Universidad y Doncaster Rovers.

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Muchas cosas se dieron a conocer sobre nosotros durante la estadía en The X Factor. Sobre todo, información de nuestras familias y también alguna preferencia o inclinación hacia algo. Por ejemplo, mucha gente supo que Liam tiene una fobia a las cucharas. O de mi preferencia hacia las chicas que comen zanahorias (lo que había dicho en un vídeo por broma y terminó saliendo muy mal).

Pero lo que más llamó la atención, además de que me gustaban las chicas come-zanahorias, fue que jugaba fútbol como amateur. Y como también la mayoría de la población masculina del mundo. Gracias a que todo el mundo lo sabía, y que muy de vez en cuando jugaba unos minutos en el sub 17 del Donny  una universidad me dio una beca deportiva para poder estudiar.

La verdad es que nos enteramos de una manera muy extraña. Había pasado alrededor de un mes desde que habíamos perdido en The X Factor, cuando llegó una carta a la casa. Pedía que fuera a la universidad para una entrevista.

Mamá estaba emocionada. No podíamos permitirnos ese tipo de gastos, sobre todo con cuatro hermanas más. Así que el día de la entrevista, mamá me despertó tres horas antes, y estuve listo solo en treinta minutos; su sonrisa nunca se borró de su rostro.

Así que allí estaba yo, con la cabeza pesandome treinta kilos mas de lo que pesaba y sentía que en los ojos tenia unas pequeñas piedras. Eran las ocho de la mañana, Jesús, y la entrevista era a eso de las once. Y para colmo, me había quedado dormido a eso de las cuatro de la mañana porque estaba demasiado nervioso, como cuando era pequeño y esperaba ansioso el 25 de diciembre solo para abrir la segunda tanda de regalos que había bajo el árbol de Navidad.

—Mamá—gemí, alargando la ultima silaba—, ¡tengo sueño! ¡quiero dormir!

—Oh, silencio—respondió ella, frunciendo el ceño, mientras me dejaba una taza con algo casi negro dentro de ella—. Bebe esto y estarás como nuevo. Y no pongas esa cara; hoy es un día importante y debes estar preparado.

Desee que ella no tuviese razón, pero simplemente no podía. Ella era mucho mas sabia que yo en muchas cosas. 

—Ahora dime, ¿qué es lo que vas a decir?—inquirió mamá, sentándose frente a mi en la mesa.

—«Hola, soy Louis Tomlinson. Siempre he querido jugar fútbol, desde que era pequeño pero nunca pude entrar a ningún club por razones económicas.»

Mamá me miró frunciendo aun mas las cejas, y luego suspiro fuertemente. —Bueno, suenas sobreactuado...

—Ni siquiera sé que es lo que me preguntaran, mamá—me quejé—, solo...deja de preocuparte. Puedo ser torpe, pero quiero de verdad esto.

Los labios de mamá se fruncieron en una mueca, y luego bajo su mirada hasta mirar el fondo de su taza de café. Asintió entonces, y pude sentir que estaba apenada por haberme hecho practicar un discurso. Le tomé la mano y le acaricie el dorso, sin pronunciar palabra, solo queriendo reconfortarla y eliminar sus inseguridades. 

Probablemente no era el mejor estudiante de la escuela (de hecho había un profesor que siempre estaba diciéndome que nunca lograría nada), pero de verdad quería esto. Las cosas no habían salido bien en The X Factor, pero seguía teniendo oportunidades para salir adelante, y ayudar así a mamá en todo lo que necesita. 

—Lo siento, Boo, es solo que no quiero que pierdas la esperanza... y... Lo siento si te sientes forzado.

Negué efusivamente, y luego le sonreí. —No te preocupes por nada mamá, voy a conseguir esa beca y la mantendré.

Cuando terminó la entrevista, no podía dejar de sonreír. Había conseguido la beca, lo que querían era hacerme un test psicológico y físico (este ultimo no salio muy bueno, pero me dijeron que era aceptable y que debía ponerme un poco mas en forma) y estaba dentro de la universidad. 

childhood memories; l.t auWhere stories live. Discover now