Five

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El día al fin había llegado. No cabía de emoción, hoy tenía simplemente que entregar un proyecto en la mañana y tendría el resto del tiempo para poder arreglarme.

Había leído al final un poco de uno de los tres libros que me había prestado, y para mí sorpresa, me gustó más de lo que creí.

Estaba completamente preparada para compartir con ella. Ver esa sonrisita en su cara de nuevo.

Suspiré como una tonta enamorada mientras se me quemaba el desayuno.

–Oye, vas a quemar la casa, idiota–
Me exalté al escuchar la voz de Momo.

–¡¿Qué haces en mi casa?!– Puse mi mano en mi pecho intentando aligerar mi latir.

–Anoche, cuando me pediste que me fuera a casa, no lo hice–Alzó los hombros restándole importancia.

–Se puede saber ¿Por qué?– Apagué el fogón y me crucé de brazos.

–Sana, deja de hacer preguntas tontas y mejor llena mi pancita–

–Mejor cierra tú, tu boquita y prepara tu propia comida. Tengo que ir a la universidad a entregar un proyecto– Serví mi comida y me senté a comer.

–¿Proyecto? Puedes ir más tarde... Es que, tú cocinas delicioso–

–No, más tarde iré a otro lugar–

–¿Tú?– Me miró curiosa– ¿A dónde irás?–

–Tengo una cita–

Abrió sus ojos como platos. Levantándose de la silla pasando sobre el mesón.

–¿Minatozaki Sana tienes un cita? ¡¿Una real?!–

Asentí con el ceño fruncido.

–¿Cómo se llama? ¿Quién es? ¿La conozco?– Lo pensó un momento– ¿Tiene un buen culo?–

–¿Por qué mierda les importa tanto su culo?– Bufé– No creo que la conozcas–

Momo jamás se fijaría en un bibliotecaria, ese no es su estilo. Puede que haya pasado veinte veces frente a ella y seguramente no la recuerde ni un poco.

–¿Nombre? Y joder la última pregunta es muy importante–

A pesar de que aquella chica no fuera su tipo. No quería decirle el nombre. Me sentía realmente celosa con solo pensar en Momo mirando a Dahyunnie.

–No te diré su nombre. Y tampoco te diré si tiene buen culo o no– Terminé mi desayuno.

–Eso solo significa una cosa... Su retaguardia no es impresionante– Se rió burlona–Mal ahí Minatozaki–

Me detuve en la puerta de la cocina.

–Créeme Momo, su culo es maravilloso, tonificado y seguramente muy suave. Pero, en comparación a toda ella... Eso no es nada–

°°°

Momo al fin se había ido a su casa. Tuve que echarla casi a patadas para que me dejara sola. Quería centrarme en mí, y mimarme un rato para Dahyun.

Al fin había terminado. Solo faltaba un poco de mi fragancia favorita y estaría lista.

Solo no contaba con un pequeño detalle...

Dahyun aún no me había llamado.

Bufé, estaba tan emocionada que había olvidado ese pequeño gran detalle. Me senté en mi cama y tratando de distraer la mente comencé a perder el tiempo en mis redes sociales.

ᴘᴏᴇᴛɪᴄ ɢɪʀʟ |ꜱᴀɪᴅᴀ|Where stories live. Discover now