Twenty one

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"¡¿Qué haces idiota?! Ve a buscarla"

Me paré tan rápido de la mesa que asusté a varios comensales del lugar. Pero importaba una mierda, solo debía llegar a hasta Dahyun.

Debía disculparme, debía explicarle todo con más calma, debía ayudarla... Debía abrazarla y cuidar ese pequeño corazón que al parecer se había roto.

Así como siempre quise que alguien cuidara del mío.

Fuera de la cafetería ya no estaba. Así que corrí hasta mi apartamento, subí las escaleras tan rápido como pude, hasta que al fin estuve dentro.

–¡¿Dahyun?! Hablemos, por favor–

La busqué en cada habitación de la casa, cada rincón, cada esquina, como si pudiera hacerse pequeña y desaparecer para siempre.

Desaparecer para siempre...

Ese pensamiento era el que más me atormentaba. Cuando supe toda la verdad. Cuando entendí que su corazón era propiedad de alguien más.

Agitada, tomé mi teléfono y le marqué no una, ni dos, si no cuatro veces esperando por escuchar su dulce voz.

Nada...

Pensé en todos los lugares a los que aquella chica, quién tenía una vida tan restringida podría ir.

La casa de Momo, la biblioteca, los parques que me enseñó.

Bien, no era una lista tan amplia. Comenzaría por el hogar de Momo, aunque pareciera ridículo el hecho que después de enterarse quisiera siquiera estar en ese lugar.

Tomé mis llaves y salí de nuevo corriendo hasta el aparcamiento. Me subí al auto y salí saltándome quizás tres normas de seguridad por el camino.

Y como supuse, el sitio estaba vacío. Bien, igual tenía más esperanzas en la biblioteca.

Me palmee mentalmente al pensar que debí comenzar por ahí, estaba más cerca de mi hogar y parecía más razonable. Pero no tenía tiempo de pensar en que cada vez más, puedo ser más idiota en un solo día, así que solamente manejé.

Cuando por fin logré aparcar, bajé desesperada, esperando encontrarme con ese bello rostro ahí dentro. Desearía que sonriéndome, como siempre lo hacía cada que pasaba por esa puerta, escuchando ese dulce "Sana" que salía como un saludo.

En cambio recibí uno más profundo y casi agresivo.

–Sana. Buenos días– 

–H-Hola, Felix– Me acerqué hasta su puesto– Estoy buscando a Dahyun, de casualidad no está aquí–  No quería dar explicaciones, solo necesitaba su paradero.

–Aquí no está ¿Sucedió algo?–

–No... S-Sí, es complicado. Se enteró de que Momo le es infiel–

Esperaba una reacción quizás más agresiva por su parte, algún insulto hacia la nipona quizás. Pero solo se limitó a enarcar una ceja y mirarme fijamente.

–Aquí no está–

–Bien, continuaré buscándola, si sabes algo no dudes en hacérmelo saber–

Ni siquiera asintió. Solo se limitó a verme con esa cara fría y sería.

–Hasta luego, Lix–

–Adiós, Sana–

Salí casi arrastrando los pies de aquel lugar. De verdad tenía todas las esperanzas puestas en que ella estaría ahí, pero aún podría buscarla en aquel parque, en el mismo en que nos vimos por segunda vez.

ᴘᴏᴇᴛɪᴄ ɢɪʀʟ |ꜱᴀɪᴅᴀ|Where stories live. Discover now