Twenty Three

427 62 18
                                    

–¡Contesta de una puta vez!–

Yo estaba de pie. Perpleja. No me esperaba que Momo estuviera tan rápido de vuelta y menos gritándome así.

–Escúchame, Minatozaki–

–Deja de hablarme así– Le interrumpí.

–¡¿Y cómo se supone que debo hablarle, señorita?!–

–Primero cálmate y luego me hablas–

Se rio. Una carcajada llena de sarcasmo tan alta que incluso fue demasiado exagerada.

–¿Calmarme?– Gruñó– ¿Sabes por qué estoy aquí? ¡Claro que sabes porque estoy aquí! No eres tan idiota como pareces–

Yo pasé saliva.

–Momo–

–¡Momo, nada!– Respiró profundamente– ¡Se puede saber! ¡¿Por qué Dahyun nunca volvió a contestarme!? Y peor aún ¡¿Por qué me bloqueó de todos lados?!–

No contesté nada, aún no me había movido del lugar en el que estaba. Ella solamente se acercaba ligeramente de a pocos.

–¿Qué le dijiste, Minatozaki? ¡¿Ah?!–

Estaba harta. Harta de mentir y de que Momo hiciera con los demás lo que se le diera la gana.

–Le dije la verdad, Momo– Le espeté.

Se acercó mucho más, quedando a pocos centímetros de mí. Yo no retrocedí.

–Tú... Creí que eras mi amiga– Me miró con esos ojos furiosos– ¡¿Qué clase de lealtad es esa?!–

–¡Tú no tienes el derecho de hablar de lealtad!–  Ahora mi cabeza hervía de furia– ¡Lo que le hacías a Dahyun! Eres una maldita maltratadora, me da asco recordar todo lo que sufría por tu culpa... Ella necesitaba la puta verdad–

–Te dije que eso no te incumbía–

–Claro que lo hacía... Ella estaba sufriendo, por tu culpa–

–Y ¿Tú pensabas ser su heroína o qué mierda?–

–¿Quieres toda la verdad? Momo– Gruñí.– Estoy enamorada de tu novia, ella es la chica que movió mi mundo y no, no sucedió desde que comenzó a quedarse aquí. Desde aquél día que llevé tu libro, quedé flechada por esa hermosa chica y me enamoraría de ella una y otra vez, porque no la mereces, no mereces ni un puto suspiro de ella–

–...Tú– Me empujó tan fuerte que mi espalda chocó contra la puerta– ¡Yo confié en ti!– Levantó su brazo derecho y yo cerré los ojos con fuerza.

Su puño se estrelló con rabia contra mi rostro, tan duro que provocó que mi cabeza golpeara contra la puerta. Fue rápido y doloroso.

Me tambalee un poco pero mantuve la compostura.

–A-Así como ella confió en ti, por años...– La parte de atrás de mi cabeza palpitaba y podía sentir sangre cayendo lentamente por mi nariz.

Su brazo se volvió a levantar. Esperaba otro golpe pues sabía que no tenía oportunidad de defenderme. Pero nunca llegó.

Me tomó fuertemente del brazo y me jaló tan fuerte que caí al piso. Solo quería quitarme de su camino, abrió la puerta y sin decir palabra alguna se fue sin siquiera cerrar.

–Joder...–

El dolor de cabeza me estaba matando. Sentía la nuca caliente y la nariz comenzaba a torturarme tanto que las lágrimas se acumulaban en mis ojos. Me quedé un rato ahí en la alfombra. Sentía que mis piernas y brazos eran de gelatina.

ᴘᴏᴇᴛɪᴄ ɢɪʀʟ |ꜱᴀɪᴅᴀ|Where stories live. Discover now