¿Despertaré?

24 7 0
                                    

LUCÍA MARTÍNEZ

Estaba calculando y analizando todo.

Me sentía atrapada en mis propios pensamientos que parecían absurdos pero tenían su posibilidad de ser ciertos.

Repasaba una y otra vez lo que había pasado, desde el momento en el que Kevin me sacó el trago de la mano, hasta cuando lo tomó cayó desplomado al piso, hasta incluso todo lo que me habían dicho los doctores.

Lo que si tenía claro, era que tarde o temprano despertaría de este sueño profundo en el que estaba y podría ver a Kevin.

Quería verlo por última vez, abrazarlo, besarlo y agradecerle por todo.

A pesar de recién haberlo conocido, realmente lo amaba y él a mi también.

Mi intuición decía, que sea cual sea la razón de su muerte, había algo muy turbio y sombrío atrás de todo esto y estaba dispuesta a averiguarlo.

Mientras mi mente me atormentaba, yo solo podía estar triste, desganada, pensando en aquel día en que lo conocí y el primer beso que nos dimos. Todo había sucedido muy rápido, nos habíamos besado dos veces no más, y habíamos salido muy poco como para decirnos que nos amábamos, realmente creo que fue un error, pero no creo que esa fuera la razón de todo esto.

Estaba allí, concentrada en mí y en mis sentimientos cuando una voz suave me dijo algo que me despertó muchos sentimientos.

—Hola Lu, me enteré de todo y vine lo más rápido que pude. Sé que no puedes escucharme así que quiero decirte todo lo que no me animó a decirte de frente. Eres la persona más linda, bondadosa y cariñosa que he conocido en mi vida. Tengo una vida realmente difícil que en algún momento te contaré. Solo quiero decirte que tú me has ayudado a volver a sonreír después de muchos años sin hacerlo. Te quiero mucho y lamento todo lo que pasó con Kevin, sé que eran muy cercanos y realmente comparto tu dolor o por lo menos intento ponerme en tu lugar. Sé que es difícil perder a alguien que amas, no te hablaré de experiencias propias porque esto se trata de ti, no de mí. Te quiero mucho, en verdad lo hago, y quiero que hagas el esfuerzo, por mí, para intentar de despertarte y así dejarme la oportunidad de consolarte, darte mi hombro para que llores y que me permitas ayudarte a superar esto tan horrible que ha pasado.

Después d decirme esas lindas palabras, me tomó lentamente de mi mano y me besó suavemente en mis labios haciendo que despertara.

Moví mis ojos lentamente hacia un lado para ver a Mateo, su preocupación plasmada en su sus ojos marrones era evidente.

Mateo, apenas vio que me moví se paró y empezó a llorar para luego volver a sentarse y agarrar mi mano devuelta diciéndome lo feliz que estaba de verme bien y de que haya podido despertar. Lugo me abrazó tiernamente y me dijo que todo estaría bien y que él me ayudaría a superar todo y que nunca se alejaría de mí.

Esto me partió el alma, me sentía tan culpable. Mateo siempre estuvo para mí y recién ahora me daba cuenta de lo mucho que me quería y de lo mala que había sido con él.

La verdad que me arrepentía de haber estado con Kevin, después de todo, si no lo hubiera conocido, él seguiría estando vivo. El había muerto por mi culpa.

Me llegó una ola de dolor seguido de una tormenta que salió de mis ojos descontroladamente.

Aunque me costara aceptarlo, Kevin ya no estaba conmigo, estaba muerto, en un lugar mejor. Lo que él me había hecho experimentar había sido muy lindo y las últimas palabras que escuché de él fueron que me amaba.

Me largué a llorar, aún más fuerte y con más ganas. Mateo me abrazaba y lloraba conmigo, simpatizando mis emociones pero él nunca entendería como me sentía. Kevin no era solo mi amigo, era una persona a la que había aprendido a amar y disfrutar de aquellos pequeños detalles. El susto que me dio cuando le había llevado flores o lo bien que se sintió verlo disfrutando, riendo y mirándome atrevidamente mientras echaba el limón en su abdomen.

Luego llegaron a mi habitación de hospital Fernando y Alicia quienes estaban aún más tristes que yo, y los entendía, después de todo, ellos habían perdido a su hijo, a su único hijo.

Después de unos cuantos análisis, me dieron de alta y me dejaron ver a Kevin. Mateo me acompañó en todo momento y apeas lo vi, lo abracé. Los doctores me dieron mi espacio y Mateo también, para que yo pudiera estar a solas con Kevin y le pudiera decir cuánto lo extrañaba y cuanto lo lamentaba.

Le dije unas cuantas cosas que salieron realmente desde lo profundo de mi corazón, y luego le di un cariñoso beso en su mejilla y di la vuelta para abrir la puerta y desplomarme arriba de Mateo, llorando descontroladamente y gritando, dejando todo ese dolor fluir.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Lo próximo será la autopsia.

Un trago de mal gustoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora