«¿Esa es mi expresión?» (+18)

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Cuándo el demonio estuvo a punto de matarlo la fuerte luz de la luna reflejando el filo de una katana alumbró su vista y pudo observar cómo un cazador cortaba el cuello de aquella criatura haciendo que esta empezara a desaparecer casi al instante. Yuichirou no podía creerlo, estaba totalmente en shock, y en tan sólo algunos segundos varios kakushis entraron a la casa para ayudarlo a levantarse y lo llevaron a otro lugar porque según dijeron, venían más demonios.

Muichirou escuchaba atento sus palabras.

—Entonces porqué... ¿Por qué me mintieron? ¿Por qué no me dijeron que estabas vivo?

—Fue porque yo lo pedí, si no te hubieran dicho eso en definitiva jamás hubieras logrado ser lo que eres ahora, quise ayudarte hermanito, sabía que quizá no era una buena idea, pero lo arriesgue todo. Entrené estos dos años con otros cazadores, y ellos me informaban cómo era tu avance también. Siempre estaba pensando en ti, y siento no haber podido ir contigo estos dos años.

Muichirou lo miró con una gran tristeza y no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas por las emociones que estaba sintiendo. Pasó dos años creyendo que era la peor persona del mundo por no haber salvado a su hermano, pero todas sus dudas habían sido completamente resueltas, ahora lo entendía todo.

Yuichirou al verlo tan vulnerable se acercó a él y le dió un fuerte abrazo.

—Gracias por haber llegado tan lejos.

«Realmente estoy muy feliz»

Ambos ya se encontraban en la cabaña dónde su misión estaría a punto de iniciar. Apenas eran las tres de la tarde, y tras la larga charla que tuvieron, Yuichirou empezó a preparar algo de comida. La cabaña no era tan grande ni tan pequeña, estaba hecha totalmente de madera y daba buen aspecto, contaba con una cocina, sala y habitación. Lo único incómodo era que por dentro se veía muy oscuro, cómo si estuvieran de noche, pero al menos había una cómoda cama.

Todo empezaría a marchar con normalidad ese día, el tiempo que perdieron podría ser recuperado, pero había una duda que al menos para Muichirou todavía faltaba resolver, y es que; ¿porqué su hermano lo había besado aquella noche?

Tenía vergüenza preguntarlo, peor porque tal vez y sólo lo hizo por jugar, después de todos eran niños que no sabían lo que hacían, y también, eran hermanos.

¿Que mierda les pasó? ¿De verdad fueron tan idiotas? Era asqueroso tan sólo pensarlo.

Ya habían pasado dos años, quizá Yuichirou pensaría que fue una estupidez y es un tema del cuál ya se olvidó, así que no quería preguntar nada por eso.

Aunque su curiosidad lo tentaba por leves momentos.

—Vaya. El sol ya se está ocultando, prepárate que debemos ir al bosque en cuanto pase eso.

—Bien.

Yuichirou se daba cuenta, Muichirou estaba ocultando algo. Ya sea una duda o es que algo lo imcomodaba, lo conocía muy bien.

—Ya dilo Mui, sé lo que estás pensando —mintió —, yo te responderé.

El menor se sobresaltó por sus palabras seguras y algo dudoso miró el suelo. ¿Ni siquiera podía actuar bien para que su hermano no se de cuenta?, era imposible, es su hermano después de todo, sabía leer todas sus expresiones, así que resignado y sabiendo que él también quería una respuesta, tomó un suspiro y se acercó a él.

—¿Porqué me besaste ese día?

Aquella pregunta fue tan directa que Yuichirou abrió los ojos cofundido.

—N-no, yo... —lo sabía, lo había arruinado, la expresión de su hermano mostraba asco—, sé que es estúpido preguntar eso, eramos pequeños y, mejor olvídalo.

Quiso moverse a otro lado para evitar pelear o discutir con lo bien que empezaban a llevarse pero antes de lograrlo sintió cómo su hermano se acercaba a él y lo tomaba de sus hombros para acorrarlo contra la pared.

—¿Quieres saber porqué lo hice? — Preguntó juntando lentamente sus rostros.

—C-creo que ya no es necesario. —Su voz estaba entrecortandose por lo nervioso que se encontraba al estar en esa posición que, sabía perfectamente, era la misma de aquella vez.

Sus manos fueron puestas contra la pared, justo a los costados de su cabeza y Yuichirou aprovechó en entrelazar sus dedos.

—Sólo déjate llevar, no te preocupes.

Muichirou no supo a que se refirió con sus palabras hasta que en un segundo sintió su boca ser besada por la contraria. Su mente de nuevo volvió a estar hecho un caos por la repentina acción, pero en cuestión de algunos movimientos más pudo olvidarse de eso. Sus ojos se cerraron para poder estar más cómodo y sus manos dejaron de ser apresadas. Yuichirou no perdió tiempo esta vez, se encargó de complacer a su hermano menor por unos minutos más dando movimientos satisfactorios con su boca y luego se separó de él para ver en el estado que se encontraba.

Estaba jadeante, en sus ojos se podía apreciar el deseo que tenía en esos momentos. Yuichirou sonrió con malicia y lo tomó de uno de sus brazos para dirigirse hacia la cama que estaba en una de las habitaciones. Allí lo recosto con suavidad y abrió sus piernas para para colocarse en medio. No quería que perdieran la sensación del momento por lo que juntó sus labios una vez más y se encargó de hacerle perder la cabeza. Muichirou solo fue relajandose, sus manos nuevamente estaban siendo apresadas contra la cama y sus ojos tenían lágrimas acumuladas en sí que no sabía ni porque habían aparecido. En cuánto sintió el cuerpo contrario arremeter con él dándole una leve embestida no pudo evitar soltar un gemido ahogado en medio del beso que llevaban y arqueo su espalda.

Eso no era igual a la vez anterior, era mucho mejor, y tenía ganas de saber que cosas más podría sentir. Otra vez, se olvidó de la realidad, y se concentró en apretar sus labios para no soltar sonidos extraños cuándo Yuichirou empezo a quitarle su traje y a dejarle suaves besos en su cuello.

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Chales, tantas posiciones que hay a la hora de tener sepso y yo aquí sin saber cómo narrarlas para que no se confundan ni se sientan incómodos ajdgbkaja. 📍Gracias por leer📍

27-06-22