Capitulo 8

1.5K 162 7
                                    

Al parecer la manera de Sasuke por hablar con Sarada y hacer que se despegará un poco, estaba dando resultado, apenas era una semana pero iba muy bien, incluso había noches en las que el azabache se escabullia al cuarto del rubio y la niña despertaba como si nada.

Justo ese día se estaba preparando, iba a poner lo más linda que podía a Sarada, aunque ya era bonita, sería la primera vez que vería a su abuelo y bueno, quería que la adorara.

Cuando escuchó el timbre de la puerta cargo a Sarada y bajo las escaleras como si su vida dependiera de ello, dejo a la pequeña en el suelo y abrió la puerta.

— Hola papá — hizo una pequeña reverencia y lo hizo pasar, siendo imitado por la azabache.

— Sasuke, y Sarada... — se quedo atento el hombre a la pequeña niña, se agachó ante ella y la miro de frente como si la observará detenidamente — Se parece bastante a ti.

— Eso es lo bueno — dijo con una risa nerviosa — Espérame un poco voy a presentarte a mi pareja — camino hacia el segundo piso y buscó a Naruto.

— Naruto — tocó la puerta de la habitación — Mi padre ya llegó — dijo por lo bajo esperándolo.

— Voy — guardó las cosas y fue primero al cuarto de Boruto por él — Bolt, vamos ya llegó el padre de Sasuke — el pequeño se acercó y salió corriendo para encontrarse con el hombre.

— Hola yo soy Boruto ttebasa — le estiró la mano en forma de saludo a Fugaku, que primero lo miro con una ceja alzada.

— Hola,  soy Fugaku — estrechó la pequeña mano y vio llegar a Sasuke con un rubio.

— Papá él es Naruto, mi novio — los presentó haciéndose a un lado para dejar espacio.

— Un gusto señor Uchiha — le dió la mano a manera de saludo.

— Igualmente, un gusto Naruto — estrechó la mano y miró a Sasuke con una ligera sonrisa — ¿Tu debes ser el padre de Sarada cierto? — preguntó el hombre con algo de intriga.

El rubio se quedó en blanco un poco — Si, soy yo — respondió lo primero que pudo, sería una mentira blanca, eso si a ninguno de los dos pequeños se les ocurra decir lo contrario.

— Bueno, nosotros ya nos vamos — el azabache fue por Sarada y caminaron hacia la puerta.

— Con permiso — se despidieron y salieron de la casa.

— ¿A dónde quieren ir? — Fugaku dejo subir a Sasuke y Sarada al auto para hacerlo posteriormente y empezar a manejar.

— Vamos a comer y luego al parque — grito emocionada Sarada agitando los brazos bastante emocionada.

— Claro cacahuate — contestó Sasuke apoyando su mentón en la cabecita — ¿Cómo te ha ido? — preguntó mirando a su padre, no parecía enojado por nada.

— Bien, aunque la casa es muy silenciosa, pensé que en un momento ibas a volver pero por lo que veo estás bastante bien en esa casa — replicó, sabía por la cara de Sasuke que estaba más que feliz.

— Varias veces quise hacerlo, pero no sabía si estabas o no molesto conmigo por lo que pasó — se recargó por completo en el asiento del auto —  ¿Itachi si ha ido a verte? — preguntó al aire, mirando por la ventana.

— Va dos veces a la semana con Izumi — respondió cambiando de dirección — Deberías ir también, me imagino que ti hermano tampoco conoce a la niña.

— No, en persona almenos no, podemos ir un día de estos para coincidir — sugirió acariciando la cabeza de Sarada que cabeceaba.

— Usualmente va los miércoles y sábados — respondió sindespegar la vista del camino — No quisiste decirme quién es el padre de la niña porque me molestaría de que es divorciado ¿Verdad? — cuestionó en voz baja, después de notar que Sarada se quedó dormida.

— Si...solo que no es divorciado, la madre de Boruto se fue cuando el niño nació, pero no estaban casados — aclaró para evitar más malos entendidos.

— Entonces no está nada mal, por un momento pensé que te metiste con alguien casado — admitió el mayor un tanto pensativo, después de todo, solofue un pensamiento, nada más que eso.

— No te preocupes, nunca te lo dije — quizá mentía un poco, apenas tenía un año conociendo a Naruto y tenía que decir que ya tenía una vía con él.

— Sarada es idéntica a tí, así como tú eres idéntico a tu madre — murmuró con un tono nostálgico, al recordar a su esposa.

— Sí, eso de cierta forma hace que Sarada se parezca a mamá — sonrió enternecido por su pequeña, la adoraba con toda su vida, era su pequeño cacahuate.

El día de padre, hijo y nieta fue maravilloso, Fugaku salió a relucir su lado tierno con la niña, está a feliz de que pudiera conocerla después de tanto.

El hecho de que pudieron hablar, reconciliarse y retomar la cercanía que tenían ambos hacia mucho tiempo.

Regresaron a la casa al anochecer, el azabache se despidió de su padre y prometió ir a visitarlo, cuando perdió el autode vista entró a la casa.

— Hola mundo — se anunció Sarada corriendo por la casa despuesde quitarse las zapatillas y dejarlas en la puerta.

— ¿Les fue bien? — apareció Naruto por las escaleras.

— Bastante bien ¿Y a ti como te fue? — preguntó quitando sus calzado.

— Estuve algo ocupado, Boruto quería de las bolasde arroz que haces y le hice unas pero dijo que no le gustaban... Así que comimos algo de ramen y pedí unas hamburguesas — se rasco la mejilla nervioso sabiendo que Sasuke se molestaría con él.

Pero le impresionó que solo se riera en una carcajada.

— No es gracioso — se quejó caminando hasta estar frente al moreno.

— Eres un escandaloso, mañana le preparo las bolas de arroz, ire a darme un baño y preparo la cena.

El blondo estaba por decir algo pero solo calló viendo con atención como es que Sasuke se dirigía a la planta de arriba.

Claro que estaba listo para reclamarle ¿Cómo que era escandaloso?

El amor llegó a papáWhere stories live. Discover now