Capitulo 21

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— Sasuke — abrió la puerta el pequeño asomando solamente la cabeza, sin recibir respuesta alguna.

— Sasuke ya me voy a ir — se adentró a la habitación posicionándose a un lado de la cama — Psss Sasuke — trato de tocar su mejilla cuando vio como despertaba.

— ¿Qué haces despierto tan temprano? — cuestionó arrastrando un poco la voz.

— Ya es hora de irme a la escuela ttebasa — se inclinó hacia el frente susurrando esa sensilla respuesta.

— ¡¿Ya es hora?! — repitió alterado levantándose de la cama — Me quedé dormido, se te hará  tarde por mi culpa.

— Papá ya nos hizo de desayunar me mandó para que vayas con Sarada a desayunar — lo interrumpió cuando ya estaba buscando otra muda de ropa.

— Ahhh... — miro hacia la cama, notando que si, Naruto no estaba ahí — Ya voy, entonces baja.

Espero a que Boruto saliera del cuarto para mirarse en el espejo, se colocó de perfil mirando su vientre, parecía que cada día estaba más grande.

— Soy una pelota — se sujetó la remera tratando de ver el verdadero tamaño de su vientre — Pero se ve lindo — sonrió algo enternecido antes de bajar.

Llegó hasta la primer planta para despedirse de ambos rubios.

— Parece que dormiste demasiado bien tteba — mencionó Naruto con una sonrisa, señalando el cabello negro revuelto y el rastro de saliva que había en la mejilla del Uchiha.

— Si algo así — se rasco la nuca acercándose hasta donde estaba — ¿Que te dió para andar ayudando tan temprano? — se sentó en la silla tallandose los ojos.

— Ví que estabas dormido muy cómodo y con tus cambios de humor no me iba a arriesgar a despertarte — se acercó hasta él tomándolo de las mejillas llenando lo de besos — Nos vemos en la tarde Sasuke.

— Nos vemos — giró la silla viendo hacia la puerta principal — Que tengan buen día — se despidió, cuando escuchó el auto marcharse se dirigió al cuarto de Sarada para despertarla.

— Cacahuatito, ya es hora — notó como se tallaba el ojo y agarraba los pequeños anteojos — A desayunar — murmuró en voz baja cargándola con cuidado.

Gran parte de la mañana dela paso dando vueltas por toda la casa, incluso fue a darle un vistazo al cuarto que estaba solo.

— ¿Crees que aquí puedan entrar las dos cunas? — preguntó a Sarada quien asintió mientras comía.

— Chi pero yo quiero una hermanita menor — se acercó al Uchiha y lo abrazo tratando de pegar si cabeza contra el vientre abultado.

— Si claro, tendré una niña — acarició su cabello y aprovechando que Boruto saldría tarde de la escuela comenzó haciendo una gran limpieza en el cuarto.

Bastante polvo y cosas viejas del cuarto ¿Acaso nauto nunca limpió ese cuarto? Acomodo todo lo que pudo, se veía mucho ma grande sin tanta basura.

— Mami ya es hora — la pequeña se levantó del suelo y caminó hacia el piso de abajo para colocarse sus zapatillas.

— No me apures que ya no puedo correr — mencionó bajando las escaleras, haciendo lo mismo que la pequeña.

Ahora como el Uchiha caminaba más lento se tomaba su tiempo para ir por Boruto, casi siempre llegaba a tiempo, hubo pocas ocasiones en las que el niño fue quien lo termino esperando en una banca.

— ¿Mami esa no es la señora Hinata? — cuestionó Sarada señalando de manera discreta a la mujer.

— Creo que sí — aceleró un poco el paso para llegar, aunque fingió no haber notado la presencia de Hinata.

El amor llegó a papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora