El amor llegó a papá

Capitulo Final

Mi madre me abandonó el mismo día que nací, viví solamente con mi padre hasta que tuve cinco años, cuando después de que mi padre decidiera contratar a alguien que me cuidara.

Así fue como conocí a Sasuke, quien se volvió un amigo en un principio, le tomé aprecio, incluso su pequeña hija, Sarada me caía muy bien.

Después de un tiempo mi padre y Sasuke se volvieron pareja, para ese entonces yo estaba demasiado encariñado con Sasuke, era igual a mi, había crecido sin madre pero él estaba bien, se esforzaba todo lo que podía y lo logró.

No necesariamente tengo que ser su hijo biológico para que Sasuke sea mi madre.

Sarada, la hija de Sasuke, era mi hermana, no por la relación de nuestros padres, ella es hija de ambos, antes de conocerse, ya tenían una hija, y ahí supe lo que era tener una hermana menor.

Mi madre biología, se llamaba Hinata, en un principio yo no quería dae nada de ella, pero pasé varios fines de semana a su lado, logrando formar un pequeño vínculo, pues nunca entendí sus razones hasta el día que falleció, no le guardo ninguna clase de rencor, al final supe que lo que hizo fue lo mejor para todos, aunque suene cruel, así fue.

El hecho de que mi madre me abandonara hizo que mi padre buscará a alguien que me cuidara, y lo encontró, resultando que ese alguien ya pertenecía a su vida sin saberlo.

Tengo dos madres, la biológica y el que me ha criado durante casi toda mi vida.

No diré que somos una familia perfecta, porque eso no existe, pero si somos felices, aún con alta y bajas, sé que mis padre van a estar ahí para apoyarme.

Por eso mismo les quiero agradecer a ambos, por estar aquí el día de mi graduación .

El rubio bajó del escenario y fue abrazado por el azabache al llegar a la mesa— Eres un cursi igual que tu padre — murmuró bastante contento.

— No soy cursi — reprochó con un gesto bastante gracioso.

— Si lo eres tteba, aunque no tenías que contarnos toda tu vida Boruto — se quejó el rubio mayor, recibiendo un codazo por parte de su esposo.

— Naruto no digas nada , Boruto de verdad gracias — murmuró el azabache casi al borde de las lágrimas, nunca se esperó que el discurso que daría Boruto fuera tan sincero y que prácticamente hablara de todos.

Boruto ahora tenía dieciocho años, estaba feliz, iría a la universidad para acomodar sus cosas en el dormitorio así que estaba empacando todo, no quería olvidar nada; aún así fuera un solo lápiz.

Bajó a la cocina, solo pensaba comer algo antes de irse, aunque le sorprendió que casi había un buffet.

— No es para tanto ttebasa — susurro avergonzado.

— Si lo es, y no me contradigas.

— Sasuke... — Naruto tocó el hombro del Uchiha tratando de controlarlo — No te pongas así.

— Como quieres que no me ponga así, si en unas horas ya se va a la universidad y va a estar lejos — miró con un puchero al Uzumaki.

— Lo sé amor,  pero es algo normal — trato de darle ánimos — Aún nos quedan otros cuatro, además Bolt va a volver en vacaciones.

— Sasuke tranquilo, voy a llamarlos todos los días o cada que pueda — quizá mentía un poco, esperaba no hacerlo.

— ¿Seguro que no quieres que te llevemos? — preguntó esperando que cambiará de opinión.

— No gracias, ya sé manejar, sé cómo llegar y si no, pues pido direcciones — levantó los hombros despreocupado — Ustedes quédense aquí yo voy a estar bien.

— ¿Me puedo quedar tu consola? — preguntó Menma con una sonrisa un tanto sospechosa.

— ¿Y la tuya? — indagó el rubio.

— Kawaki la tiene — señaló al pequeño que estaba comiendo de lo más tranquilo.

— Yo también quería una — murmuró el pequeño de cinco años con una sonrisa.

— Ahí está tu respuesta genio.

— Ni se les ocurra decirle algo a su hermano — dictó Naruto viendo a sus hijos a punto de pelear.

Apenas acabaron de comer, todos ayudaron a subir las maletas de Boruto al pequeño auto.

— Creo que eso es todo — dijo cerrando la cajuela — Nos vemos en tres meses — dijo con una sonrisa triste.

Recibió un abrazo de sus hermanos, siendo más largo el de Kawaki, el pequeño extrañaría demasiado al rubio.

— Te portas bien y ya no rompas nada , ni hagas enojar a mamá— le susurró en el oído antes de levantarse y abrazar a los adultos.

— Te vamos a extrañar mucho, mucho — dijo el Uchiha, un tanto sereno, cosa rara después de ver cómo estaba hace rato.

— Y yo a ustedes — subió al auto despidiéndose — Gracias por todo Sasuke — murmuró estando lejos de la casa.

— Eres el mejor del mundo — agradecía que fuera Sasuke el que llegó a la vida que tenía con su padre.

Esperaba volver pronto y no ser recibido con la noticia de que tendría otro hermano, recordaba que se fue a un curso de verano durante la secundaria y cuando volvió, Sasuke estaba esperando a Kawaki.

Sus padres eran un par de conejos, pero aún así, eran los mejores de todo el mundo, si hubiera podido escoger a su familia, sin duda alguna lo único que pediría, sería ,ser hijo biológico de Sasuke y presumirlo a todo el mundo.

— Agradezco que la puerta fuera tocada ese día, porque fue la fecha en que el amor llegó a papá y con ello mis hermanos, Sarada,Menma, Natsumi y el más pequeño y sorpresa de todos, mi hermano Kawaki.

Esperando que la vida de todos se quedará tal y como estaba, así eran felices.