Capitulo 14

1.3K 135 20
                                    

Eran aproximadamente las 7 de la mañana, Sasuke estaba recostado en el pecho del rubio mientras esté lo abrazaba por el hombro, tenía varios minutos de haber despertado.

Por una parte estaba completamente feliz, y como no, si el amor de su vida estaba ahí con él, iban a tener otro bebé, todo era casi perfecto, de no ser porque Hinata lo buscaba, eso lo tenía confundido, no encontraba una buena razón para que volviera.

No quería pensar más en eso por el momento, así que distrajo su mente con otras cosas, dejo al azabache dormido,hoy era su turno de hacer los quehaceres así que lo primero que hizo fue recoger la ropa que tiraron anoche.

Una vez terminado con eso fue a hacer el desayuno.

Después de un rato vio bajar a Sasuke con los niños siguiéndolo, en definitiva parecia mamá pato, aguanto la risa y sirvió los platos.

— ¿Durmieron bien? — preguntó Naruto viendo cómo aún tenían cara de sueño, sobe todo Sasuke, no negaría que le encantaba verlo despeinado y esa cara adormilada.

— Si~ — arrastraron la respuesta ambos pequeños.

— Oigan, Sasuke y yo tenemos que deciles algo — sentenció el rubio sentandose frente a Sasuke, que parecía que en cualquier momento se iba a quedar dormido sobre el plato.

— ¿Que cosa ttebasa? — preguntó con curiosidad el pequeño rubio.

— Van a tener otro hermanito o hermanita — soltó la noticia haciendo que Sasuke se compusiera de golpe.

— Por eso estaban festejando anoche — hablo Boruto con una sonrisa — Por eso aplaudieron tanto.

La expresión de Sasuke y Sarada era la misma, como si no entendieran que era lo que pasaba, el cual si era el caso con la pequeña, pero con Sasuke seguía analizando cómo es que Naruto podía decir las cosas tan a la ligera, le tomo varios días decidir si decirle o no.

— ¿Va a ser niño verdad? Yo quiero un hermano — admitió Boruto con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Y tú Sarada? — preguntó el rubio mirándola con atención.

— Los bebés no pueden jugar porque están chiquitos.

— Como sea tteba, desayunen — murmuró mirando con atención a Sasuke quien no le quitaba la mirada de encima.

Aunque no dijo nada, después de unos segundos supo que estaba bien, terminaron de desayunar, hicieron un poco de los quehaceres entre todos.

Naruto pensaba que estaría en paz lo que restaba del día o eso era hasta que escucho el sonido del timbre.

Busco a Sasuke con la mirada, ya se estaba llevando a los niños al segundo piso así que lentamente abrió la puerta, encontrándose con Hinata, quien apenas lo vio frente a ella agachó la cabeza avergonzada.

— Hola Naruto — saludó en voz baja — ¿Podemos hablar? — preguntó mirándolo a los ojos.

— Si podemos pero no quiero — intento cerrar la puerta pero el pie de la mujer no lo dejo hacerlo — ¿Qué es lo que quieres aquí Hinata?

— Bueno estuve pensando un poco en si venir o no...aquí estoy y Naruto quiero volver contigo — sentenció en una posición firme.

— ¿Volver a qué o para que? — se cruzó de brazos recargando su hombro en el marco de la puerta.

— Volver a ser pareja, criar a Boruto ambos, ya sabes, ser una familia, no importa si tienes a ese sirviente, está bien.

El rubio alzo una ceja confundido así que quería volver pero eso no le importaba en lo más mínimo ¿A qué se refería con sirviente?

— ¿Cuál sirviente? — preguntó intrigado.

— El japonés, el que me abrió la puerta ayer... ¿Es el sirviente no? — comenzaba a dudar de eso.

— Se llama Sasuke y es mi pareja Hinata, así que no habrá nada contigo de nuevo, si eso era todo de lo que querías hablar está bien.

— Tu pareja... Naruto dijiste que me amabas — tiró su bolso quedándose estática.

— Pues sí lo hice pero luego te fuiste, nos abandonaste, ni tu ni tu familia dieron señales de vida — se agachó a recoger el bolso de la mujer.

— Mi hijo... Boruto está bien ¿Cierto? — tomó el bolso, volviendo a colocarlo sobre su brazo.

— Si, bastante bien, quizá mucho mejor desde hace año y medio ¿Por qué? — preguntó con seriedad.

— Quiero estar con él, sé que los dejé pero quiero pasar tiempo con él, Naruto quiero a mi hijo.

— Bueno — rascó su mejilla pensando en una respuesta — Pues yo recuerdo que cuando te fuiste del hospital pusiste en una carta que ya no querías ser madre y por eso te desapareciste.

— Se lo que hice pero quiero estar con mi hijo, cuidarlo y que sepa que aunque lo abandone ahora quiero estar con él.

— Como digas, mira dame tu teléfono y yo te aviso si Boruto quiere verte o no — Recibió el número y lo miro unos instantes.

— Naruto de verdad lo siento — hizo una pequeña reverencia antes de marcharse.

El rubio se quedó viendo el auto al que subía antes de entrar en la casa, vio a Sasuke asomarse por la escalera.

— Ya se fue — lo miro con una sonrisa nerviosa — ¿Dónde están los niños? — preguntó caminando al pie de la escalera.

— Están viendo una película en nuestra habitación — señaló la dirección — ¿Que te dijo?

— No mucho... Podemos hablarlo en la noche, para que no nos escuchen — subió hasta encontrarse con el Uchiha — Vamos con nuestros hijos — sujetó su mano llevándolo con él.

Al parecer no fue algo de mucha importancia o al menos así lo interpretó el azabache porque Naruto no mencionó ninguna palabra hasta el momento en que iban a dormir.

— ¿Que fue lo que te dijo?— preguntó sentado mirando a Naruto con atención, no quería que evadiera el tema.

— Pues que siente mucho haber desaparecido, que quiere una familia, con eso de regresar y que quiere pasar tiempo con Boruto — dijo algo dudoso, pero no se lo planeaba ocultar a Sasuke.

— Háblalo con Boruto, si quiere verla o no — agarró un libro que tenía a lado — Si lo involucra a él debe tener su opinión.

— Bueno, es que pienso que pueda verla — se rasco la nuca sentandose con Sasuke.

— Primero pregúntale, no puedes obligarlo, si no quiere verla no la va a ver — soltó un suspiro notorio.

— Aún es algo pequeño para decidir eso — admitió su punto de vista.

— No lo creo, es un niño pero sabe lo que quiere — lo miró por el rabillo del ojo — Mejor lo hablas con él mañana con más calma

— ¿Qué crees que diga? — le pregunto con curiosidad bajando el libro de Sasuke.

— La verdad no sé, es decir, nunca la ha visto y no tiene la mejor imágen de su madre — cerró el libro pensando que otra cosa mencionar.

— Lo más probable es que solo lo quiera ver una vez y ya, está más cómodo ahora.

— ¿A qué te refieres con eso? — preguntó alzando una ceja.

— A qué solo quiere mirarla y ya, pero repito, pregúntale a Boruto y si quiere verla está bien, si no quiere,también está bien — se estiró para apagar la lámpara.

— Deja de pensar en eso ahora y duérmete — se acercó a darle un beso en los labios.

— Si... También descansa — se recostó mirando el techo durante un largo tiempo.

Quizá debería dejar de darle tanta importancia a ese tema y preocuparse realmente por lo que ocurría en su vida, si, como el bebé que ahora van a tener, eso su es algo por lo que deba preocuparse.

El amor llegó a papáWhere stories live. Discover now