Capítulo Cinco

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Disclaimer: Los Vengadores no nos pertenecen, son de Disney y de Marvel. 

Se recomienda discreción. 

"Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente."

2002

Realmente, los chicos no sentían que hubiesen pasado tantos años. Pero a esa edad, tres años hacían de todo en el cuerpo de los niños, que se estaban convirtiendo en adolescentes antes de que alguien pudiese evitarlo.

—¿Qué demonios está pasando, Melina?—gritó Dreykov, fuera de si.

—No lo sé...no puedo controlarlo todo—dijo la espía, sin dejar de ver su tableta electrónica—Además, no es la única que no ha tenido el periodo aún, son varias.

Como cada semana, los niños del proyecto eran sometidos a una gran cantidad de pruebas físicas y médicas. A diferencia de las Viudas Negras, ellos estaban en ese lugar con un motivo muy específico. Poco a poco, las niñas comenzaban a desarrollarse; era obvio tales serían más grandes, más llenas de curvas; más voluptuosas. Dreykov, chasqueó la lengua.

—¡Si no es capaz de producir un heredero para todo el proyecto! ¡Va a morir!

Melina sabía lo que pasaría cuando Natasha su desarrollo hormonal se completara. Viviría lo mismo que ella, no en vano, el director de la Sala Roja le había puesto el ojo desde que nació. Pero ella se aseguraría de que la niña tuviera un poco más de suerte.

—Si lo piensas de otro modo...cuando la niña sea mayor, podrá aprender más cosas—rebatió Melina—Además, no es la única, como te he dicho antes...tenemos un serio problema de retraso en el desarrollo dentro del proyecto.

El hombre golpeó con furia una de las mesas, a diferencia de la primera vez que presenciaron un ataque de ese tipo; los adolescentes se mostraron indiferentes; cada vez eran más inmunes a su alrededor. Ninguno mostró el menor interés por lo que hablan los médicos y enfermeras frente a ellos; se limitaban a pararse con la espalda recta, acostumbrados a la desnudez de sus compañeros alrededor.

—¿Y si se aplica un suero hormonal?—cuestionó uno de los médicos—¿O una bomba hormonal? Este proyecto no va a salir como el camarada espera, si dejamos que las cosas pasen por naturaleza.

—Selección Natural—había dicho Dreykov.

—Piénselo, camarada—continuó el hombre—No podemos hacerlo así, además, recuerde que las mejores razas de perros han surgido después de la selección artificial. Piense un poco en el proyecto del Soldado del Invierno o el Guardián Rojo. Algo así podría funcionar con los niños, pero lo primero que necesitamos es emparejar el crecimiento de todos.

—Tienen la misma edad.

—Usted no tiene la menor idea acerca de la biología humana, ¿o sí?

Melina deseaba que Dreykov le disparase en aquel momento por esa osadía, pero no lo hizo. Simplemente lo escuchaba interesado. La mirada de la Viuda Negra se desvió por inercia, buscando siempre la cabellera pelirroja. Natasha parecía demasiado niña junto a sus compañeras, y ella prefería que se quedase así. Se odiaba a sí misma cuando no tuvo la oportunidad de sacarla de aquel maldito lugar.

—Para eso tengo a mi adorada Melina—Dreykov la abrazó, y ella no pudo ocultar una mueca de asco—Ella me explicará a detalle lo que puede pasar para que los niños se desarrollen como debe ser.

—¡RECLUTAS!—gritó Dreykov—¡PUEDEN IR POR SUS ROPAS! ¡SALGAN DE MI VISTA!

Poco a poco, los niños se fueron, saliendo de la habitación. Melina desvió la mirada, odiando como los miembros superiores veían a los niños con lascivia, para ella solamente eran pequeños que no podían verse de esa manera. Ya les habían arrebatado suficiente inocencia como para que abusaran de ellos sexualmente. Debían tener mucho cuidado, tarde o temprano pasaría, se anotó mentalmente que era hora de hablar de ciertas cosas con Natasha. Un tirón en la muñeca le indicó que Dreykov la necesitaba, cuando se giró la pantalla frente a ella ya estaba encendida, demostrando dos cuerpos humanos, hombre y mujer.

RENEGADES (ASTERIXBADBITCH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora