Capitulo trece

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"Yo no creo en el paraíso, he vivido en este infierno, pero si tú representas el paraíso, llévame hasta allí."

—¿Por qué tiene que ir Natalia?—cuestionó Steve.

La única respuesta que recibió fue un golpe con el látigo, de parte de Dreykov. Se encontraban acompañados de Yelena y Melina, esperando instrucciones para su siguiente misión. Después del éxito obtenido en Nueva York, se había vuelto más cercanos al director de la KGB, ganando con ello un poco de libertad.

—¿Quién te crees para hacer preguntas?—espetó el camarada—Natalia es la mejor de todas. Su único trabajo no es complacerte, aunque pienses eso.

Steve se ruborizó, haciendo que el resto de los agentes lo vieran burlonamente.

—¿Celoso, Rogers?—Natalia alzó una ceja. A lo mejor se estaba excediendo; pero necesita que se le alejara.

Otro cambio había venido en su relación, la pelirroja lo buscaba cada vez más en las noches, pareciendo insaciable, aunque el soldado lo disfrutada, odiaba cuando ella se iba al despertar, pareciendo una mujer completamente distinta y ajena a la niña con la que había crecido.

—No es eso, Romanova—se quejó el hombre—Es solo que nos han entrenado para ser los mejores trabajando junto. ¿Qué caso tiene que vaya sola? Podemos acompañarlos, seguramente Maximoff y Barnes estarán de acuerdo.

—¿Ellos qué?—protestó Natalia—¿Qué demonios? No necesito a nadie de ustedes, no necesito nada.

—Supongo que eso cierra—dijo Melina, con una media sonrisa divertida—Puedes irte, Rogers, ya no eres requerido para saber los pormenores de la misión.

El rubio sabía que no le quedaba otro remedio más que obedecer, él no era alguien indispensable para la organización y Dreykov no dudaba en hacérselo saber a cada momento. Se dirigió a una de las salas de entrenamiento, dispuesto a sacar un poco de rabia de su cuerpo.

—¿Qué es tan divertido, Barnes?—escupió, pegándole de nuevo al saco de boxeo.

—¿Quién te ha hecho enojar de esa manera, Stevie?—comentó el otro soldado, con burla—¿Acaso Natalia ya no quiere follar contigo?

Lo único que hizo Steve fue girarse, impactando su puño directamente la rostro del otro. Los dos se sumergieron en una pelea sangrienta, sin descanso; mientras que en la sala superior, se discutía una de las misiones más riesgosas que había tenido esa organización en su historia.

—Es solo tomar lo que hemos creado nosotros y salir de allí—comentaba Melina, quitándole importancia—Solamente entrar, obtener y salir a la aeronave.

—¿Por qué va Natalia, entonces?—preguntó Yelena—Yo puedo hacerlo efectivamente, no la necesitamos.

—Va porque es la mejor de las Viudas—zanjó la Viuda mayor—No olvides que ella fue educada en esto mucho tiempo antes que tú. Que hayas logrado escalar para dirigirlas no te da el derecho...

—Déjala, Melina—comentó Natalia—Ya entenderá porque estoy hecha para esto. Debe aprender a ser menos visceral, ojalá que esta misión le ayude en eso—se giró a ver a Dreykov—Espero la información de la misión o, ¿me la entregarán de una vez?

RENEGADES (ASTERIXBADBITCH)Where stories live. Discover now