Capitulo treinta

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El amor es un acto de valentía, nunca de temor; el amor es compromiso con los hombres.

Habían vivido muchas cosas, pero Natalia estaba segura que esa era su peor pesadilla, no había nada peor que levantarse en la madrugada y no encontrar a Alinka durmiendo tranquilamente a su lado. Steve permanecía abrazándola firmemente, pero tampoco dormía.

—Natalia, no has comido nada—regañó Melina—No puedes permitirte perder las fuerzas ahora, tu hija te necesita.

—¡Ni siquiera sabemos dónde está!—saltó la espía—¡Por eso debo trabajar hasta que la encontremos! ¡Alinka tiene que volver conmigo!

— De nada te servirá encontrarla si al momento de pelear por ella colapsas en el suelo por el cansancio...

Los Vengadores habían escuchado muchas cosas de la letal Viuda Negra, pero nadie se atrevería a pelear contra una madre destruida. Steve estaba peor que ella, pero no lo decía, la culpa lo llevaba a entrenar día y noche hasta que las manos le sangraban; listo para prepararse con lo que tenía para enfrentar a Ultron.

—¡Rogers! ¡Deberías estar con Natasha!—regañó Clint—¡Ella te necesita!

—Morse y Maximoff la están ayudando con el rastreo.

Con la desaparición de Alinka, Bobbi Morse se había hecho bastante unida a la Viuda Negra, pues la existencia de sus contactos fuera de la red electrónica permitían tirar de otro hilo para rastrear a la niña.

—No hablo de eso...—suspiró Clint—Hablo del padre de su hija, a quien perdió.

—Alinka no está muerta, Barton.

—¿Entonces? ¿Por qué actúas como si lo estuviese?

—¿A qué te refieres?

—Te estás preparando para una venganza...

La frase quedó incompleta pues las alarmas comenzaron a sonar, indicando que los Vengadores habrían recibido una nueva misión. Programados para trabajar por aquello, corrieron directamente a la Sala de Control donde se encontraban los demás.

—¡Hay una pista de Alinka!—soltó Wanda, emocionada—¡Está en Sokovia!

—¿Tú Sokovia?

Steve y Natalia aún veían recelosos a su compañera.

— Confíen en La información, yo misma he rastreado la señal. — Melina Vostaskoff intervino, viendo a los ojos enrojecidos de su hija. —Es una señal básica, pero infalible, yo misma me he encargado de enseñársela a Alinka.

— ¿como podemos confiar en ti, vida de hierro? — preguntó Steve con cierto recelo.

— No puedes, pero en mi guardia Alya siempre estuvo a salvo ; y quiero lo mejor para mi nieta.

—Por lo que hemos podido ver, Ultron tiene en la mira un laboratorio de mutantes, creo que fue el lugar donde la KGB nos compró a mi hermano y a mi—explicó Wanda, interrumpiendo la disputa—Probablemente debamos empezar por allí.

—¿Qué estamos esperando, entonces?—dijo Steve—¡Vámonos! ¡Estamos perdiendo el tiempo aquí!

Subieron al Quinjet mientras escuchaban las noticias desesperadas acerca de Ultron, que se había apoderado de todas las comunicaciones en el suelo sokoviano, anunciando sus nuevos planes de dominio mundial.

—¿Dónde tiene a la niña?

Sabían que Alinka había enviado la señal de emergencia hacia ellos, pero no les daba ninguna ubicación. Apenas aterrizaron en Sokovia, Tony avanzó directamente al corazón de la pelea, indicándole a Steve y Natasha con una sola instrucción.

RENEGADES (ASTERIXBADBITCH)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant