La vida NO es una película 🎬

Capítulo 34 🎬

Verlo salir por la puerta con una mirada cargada de reproche y dolor me quiebra por dentro. Duele tomar esta decisión y no creo que él lo entienda, quizá nadie lo comprende. Le doy vueltas a la idea en mi cabeza. Necesito hablar con alguien y solo tengo a Luana por lo que decido llamarla.

—No debería llamarte a ti para esto, pero no tengo a nadie más —susurro apenas ella toma la llamada.

—Ya sabía que iba a llegar este momento, terminaste con Ramiro, ¿no? —inquiere.

—¿Cómo lo sabes? ¿Te dijo algo? —pregunto con curiosidad.

—No, no he hablado con él en estos días, pero lo veía venir...

—¿Por qué?

—Mira, Ori, mi hermano te ama con locura... y sé que tú a él también, pero solo... creo que él está envuelto en ese mundillo del que tú acabas de huir y no veo cómo pueda funcionar en este momento... Pensé que serías tú la que tomaría distancia porque él no es capaz de verlo... Lo conozco, es soñador, cree que el amor lo puede todo y que si dos personas se aman no necesitan nada más, y a veces no todo es tan sencillo.

—Yo lo amo, Luana, de verdad, y me siento un poco culpable de tomar esta decisión, siento que la gente puede pensar que lo utilicé para salir del pozo y una vez fuera me deshago de él, y no es así... de verdad, lo juro...

—¿Qué gente? —inquiere—. Nadie sabe de tu relación con él y, aunque lo supieran, ¿qué importa? Sé que estás acostumbrada a moverte en el mundo del qué dirán, a medir tus acciones en base a lo que los demás opinarían de tu vida, pero ya no eres esa persona, Ori, tú misma decidiste dejar esa vida... No debería importarte nada más que lo que tú piensas y lo que deseas para tu vida...

—Tienes razón, pero aún así me siento mal... una parte de mí grita que soy una egoísta... Otra parte me dice que estoy soltando al mejor hombre que he conocido en mi vida... ¿No me arrepentiré de esto alguna vez?

—De eso se trata el tomar tus propias decisiones, eres al fin la dueña de tu vida, Ori, era lo que querías, ¿no? No hay manager ni representantes ni nadie que decida por ti, eres tú eligiendo tus caminos... Tiene su lado bueno y su lado malo. Cada vez que tomas una decisión y eliges un camino, dejas de lado otros... pero así es la vida... A lo mejor te arrepientes, a lo mejor no, ¿quién sabe?

Suspiro.

—No quiero que esto influya en nuestra amistad —murmuro.

—No lo hará, somos amigas y socias, amo a mi hermano, pero creo que tú tienes razón en este momento. Yo habría hecho lo mismo...

—¿De verdad?

—Sí... Mira, creo que estás por fin desplegando tus alas... necesitas volar en libertad antes de decidir a dónde quieres ir...

—Es lo más difícil que he hecho en la vida, ¿sabes? Separarse de alguien suele ser la consecuencia de algo que no va bien, no de dos personas que dicen quererse —alego.

—Lo sé... Lo conozco y estoy segura de que tomará distancia de ti ahora, es orgulloso y estará enfadado porque no creo que logre comprender lo que haces... No dejes que eso te lastime, solo déjalo, se le pasará, tiene un corazón enorme y estoy segura de que lo comprenderá, tarde o temprano.

—Bien... estaba pensando en hacer un viaje, ¿crees que podrás encargarte de todo sola por un par de meses? Aún así voy a trabajar desde la distancia... Volveré para el estreno de Las estrellas que cayeron.

—No tienes que preguntármelo, claro que sí, yo me encargaré de que todos los vestidos estén perfectos para ese estreno.

—¿Estás segura? No quiero dejarte antes de nuestro gran evento —susurró con la mirada perdida en la pared, conseguimos que varias actrices importantes nos permitan diseñarles los vestidos para esta película cuyo estreno ha levantado ya mucha polémica y generado bastante expectativa.

—Tú ya has hecho tu parte al conseguir ese trabajo, ahora déjamelo a mí. Confía, Ori, todo irá bien... tómate ese tiempo.

—Gracias... de verdad, gracias.

—No hay por qué, mantente en contacto y cuéntame qué tal te va, ¿sí?

—Por supuesto, Luana...

Corto la llamada y con un entusiasmo renovado que no se ve opacado por el dolor que aún siento por alejarme de Ramiro, busco en internet algunos destinos para ir y me pierdo entre páginas, blogs y videos que hablan sobre uno y otro lugar o hacen comparativas de precios, comidas y sitios para conocer y desconectar. Salto de un lado al otro buscando precios de pasajes, estadías y todo lo que debería saber sobre el tema y finalmente me decido por un lugar.

Pareciera algo demasiado obvio elegir Bali para desconectar o despejarse, diría que es hasta cliché, pero lo que he visto en los videos me ha despertado una curiosidad y una necesidad imperiosa de visitar ese sitio.

Así que me pongo manos a la obra, en otro tiempo hubiera llamado a una agencia de viajes y habría pedido que me preparasen un paquete, pero ahora quiero involucrarme, quiero elegir yo, sentir que soy yo misma la que diseño mi destino y mi futuro, y empezar por este viaje me anima.

Cerca de la media noche el sueño me vence y decido ir a descansar, mi cama se siente fría ante la ausencia de Rami. No solía quedarse todas las noches, pero no es lo mismo saber que mañana vendrá a ser consciente de que no lo hará, dicha certeza hace que su ausencia se sienta más notoria y que lo extrañe.

Miro en el celular y no hay ningún mensaje de buenas noches, no sé por qué esperaba que lo hiciera, no tiene sentido, si yo misma le he pedido el espacio. Pero no es fácil, no lo es, lo extraño y por un momento soy consciente de la falta que me hace el aroma de su cuerpo o descansar mi cabeza sobre su pecho mientras él me besa en la frente y me acaricia la espalda con suavidad.

Suspiro y abrazo la almohada, cierro los ojos y me obligo a rememorar los paisajes que visitaré y las cosas que planeo hacer para así embeberme de la sensación que me había invadido antes y que había logrado distraerme por un rato de extrañar a Ramiro. 

Quería contarles que al fin terminé de escribir esta historia. Tiene 45 capítulos y el epílogo :)