Oriana Iglesias es una actriz renombrada de gran trayectoria, pero no está en su mejor momento. Su última película no ha salido bien y por si eso fuera poco está atravesando una ruptura tempestuosa.
Ramiro Colombo es un actor de teatro que acaba de...
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Estamos tendidos en nuestros elegantes y caros trajes de noche en el balcón del departamento de Ramiro, él quería que lo viera, es nuevo y mucho más grande del que tenía antes, es espacioso y tiene una decoración moderna y minimalista. El cielo está estrellado y la noche es fresca, una suave brisa nos envuelve y los dos permanecemos en un silencio cómodo y nostálgico.
—¿Lo has conseguido? ¿Encontrar lo que buscabas? —inquiere al fin.
—Sí, me he encontrado... No lo sabía, no del todo, pensé que era algo que estaba afuera, que tenía que buscar la paz, que tenía que hallar la calma, o respuestas... pero no era nada de eso, era solo a mí. Me estaba buscando a mí —añado.
—Y te has hallado, asumo —susurra.
—Así es, me he encontrado con la mujer que soy y la he confrontado con la que deseo ser y con la que fui, me gusta el resultado...
Él sonríe.
—Estoy orgulloso de ti —añade con esa dulzura que lo caracteriza.
—Gracias... ¿Tú? ¿Cómo has estado? ¿Cómo va el rodaje?
—Ha acabado hace una semana, estoy descansando ahora... Ha ido bien —se encoje de hombros—, ya veremos cómo va el estreno.
—¿Y cuándo será?
—En medio año...
—¿Cuál es el plan ahora? —pregunto—. ¿Ya hay nuevo proyecto?
—No, creo que haré lo que me ha dicho Luana que haga, ahora soy yo el que necesita hallarse —suspira—, a lo mejor te copio y voy de viaje... a lo mejor solo me convierto en un oso y me acuesto a dormir por unos meses... quizá solo necesito una cura de sueño —bromea.
—Te noto cansado...
—Lo estoy...
Nos quedamos en silencio, pero tengo muchas preguntas.
—¿Has conocido a alguien? —Me sorprende con esa pregunta y yo niego.
—No me fui con la idea de estar con alguien, más bien de estar sola...
—Ya, pero a veces pasa que uno conoce a alguien... aunque no esté en la búsqueda —comenta.
—No, Rami, no he conocido a nadie. ¿Tú? —pregunto y al hacer la pregunta siento que el estómago se me contrae en un puño.
—No, o bueno, sí... he conocido a mucha gente en este tiempo —añade y yo me muerdo el labio—, pero no en ese plan —agrega.
—No tengo muy claro lo que has tratado de decir —susurro con temor—. ¿Te refieres a que has estado con alguien, pero no es nada serio?
Él sonríe.
—Me halaga que te preocupe —murmura y se gira para mirarme, sus ojos brillan con una chispa de diversión—. No he estado con nadie, solo me refería a que he salido, he bailado con algunas chicas, pero me he sabido alejar cuando algo pintaba peligroso...
