Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]

Capítulo 39

Asuka caminaba con urgencia por los pasillos de la U.A., desesperada por llegar pronto a su habitación. La vergüenza que la dominaba estaba reflejada perfectamente en su rostro, que había empezado a arderle pues su temperatura no había bajado en largo tiempo.

Trató de pensar en las partes realmente importantes en la conversación que acababa de tener con su sensei, evitando las que la habían abochornado, pero para su desgracia sólo esas se repetían en su mente una y otra vez.

—Las cosas entre tú y Bakugō van a un ritmo más rápido de lo esperado. Sólo quería asegurarme de que están siendo responsables.

—S-sí, sensei. En verdad l-lo somos.

—Debería llamarlo para que hablemos de esto los tres...

—¡No, por favor! Se lo juro, Aizawa-sensei, estamos siendo responsables. —Ella sólo quería huir de allí lo antes posible.

—Debo asegurarme de hasta qué punto lo están siendo...

Un sonido de agobio escapó de la boca de la chica.

—I-investigamos por internet y encontramos varios métodos de... eh... ¡bueno! E-elegimos un método para cada uno. ¡P-pero Katsuki-kun dijo la verdad! Él y yo aún no... no hemos... no hemos... —Dios. Se quería morir ahí mismo.

—Bien. Doble método, eso está perfecto. ¿Comprobaron efectividad? ¿Contraindicaciones? Algunos pierden el efecto si se toma algún medicamento y otros si sufres algún malestar en el estómago...

Ugh, ella sabía bien eso. Habían tenido que cambiar el parche por problemas que no habían tenido en cuenta.

—Sí s-señor. Elegimos los que... consideramos m-mejores para nosotros...

—De acuerdo. Espero sepan que también se puede hacer algo si algo falla...

—¡Sí, también lo sabemos! Sensei, se lo juro, si t-tenemos alguna duda o ocurre algo... se lo contaremos. E-es una promesa. —¡Por favor que la dejara marcharse ya!

El hombre suspiró por enésima vez aquella tarde.

—Bien, confío en que así sea. Pero dile a Bakugō que la próxima vez no lo dejaré huir tan fácilmente. Los estaré vigilando para asegurarme de que hagan las cosas bien.

Ugh.

—Sí señor. —Y la joven por fin pudo salir corriendo de allí.

Asuka se estremeció y agitó su cabeza tratando de sacarse el recuerdo de una vez por todas, pero sólo lo consiguió hasta que giró en la esquina que la llevaba a la Height Alliance y se chocó de frente contra el pecho de alguien.

—¡Ay! —Exclamó al caer sentada en el suelo, pero automáticamente elevó su vista apenada. —¡L-lo siento mucho! No me fijé por dónde iba.

—No hay problema, señorita. —Aseguró el chico con el que había tropezado, tendiéndole la mano con amabilidad para ayudarla. —Me alegra saber que los de la clase A también cometen errores normales al igual que todos los demás.

Kiyama ladeó su cabeza ante tan extraño comentario, pero aceptó la ayuda que se le ofrecía para poder levantarse. El joven tenía un cabello rubio pálido y unos ojos índigo opaco, pero la pobre memoria de la albina no logró ubicarlo por más que lo intentó.

—Gracias por tu ayuda, eres muy amable. —Le dijo sonriendo con afabilidad, esperando que el chico no se percatara de que no recordaba su nombre, pero este elevó una ceja y la miró con suspicacia, como si esas simples palabras hubieran estado fuera de lugar.