Capítulo 14

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—Tienes la garganta bastante lastimada, señorita Kiyama. Lo mejor es que evites hablar hasta que te encuentres mejor —Dijo Aizawa al terminar de revisar a la chica, una vez todos hubieron arribado al campamento y se diera cuenta del estado en el que se hallaba.

La joven de cabello blanco cerró sus ojos y dio un largo suspiro, teniendo claro que aunque él no se lo hubiera dicho, era lo que tenía planeado hacer. Le dolía terriblemente incluso al pasar saliva.

—Ella estará bien? No perderá el habla... verdad? —Preguntó Tsuyu nerviosamente, sosteniendo sus manos con fuerza.

—No. Sólo se lastimó por excederse en el uso de su kosei, no tendrá consecuencias a largo plazo —Respondió el peli negro levantándose, pues había estado levemente inclinado para revisarla.

—Hay algo que podamos hacer para ayudar? —Quiso saber Uraraka, mirando a la albina preocupada.

—Podrían estar pendientes de que no se sobre-esfuerce más, al parecer la señorita Kiyama tiene la costumbre de prestarle poca atención a su salud —Dijo el maestro frunciéndole el ceño a la joven águila, provocando que esta se sonrojara levemente.

—No se preocupe, Aizawa-sensei, yo me encargaré de vigilar que sea prudente —Se ofreció Yao-Momo con decisión, creando una libreta azul y un bolígrafo con su particularidad, para entregárselo a Kiyama inmediatamente —Toma Asuka-chan, a partir de ahora y hasta que te recuperes, comunícate por medio de este cuaderno.

La oji dorada miró a la azabache con atención, pensando que tal vez estaban exagerando un poco, era cierto que se había lastimado, pero tampoco era para tanto, en dos días máximo estaría bien.

—Muy bien, saquen sus cosas del autobús, lleven todo a sus cuartos y cenarán en la cafetería —Anunció Shōta tranquilamente a todos sus estudiantes, dirigiéndose al edificio de las Pussy Cats —Luego se bañarán y dormirán. Empezaremos de verdad mañana. Vamos, rápido.

•••

—Buen provecho!!! —Exclamó emocionada toda la clase A antes de, literalmente, empezar a devorar la deliciosa comida que las heroínas profesionales habían preparado para ellos aquel día.

—Qué bueno! El arroz está bueno! —Exclamaba Kirishima con lágrimas en los ojos, mientras se atiborraba junto con Denki, impresionados por el exquisito sabor de los alimentos.

—Qué sucede, Asuka-chan? Casi no has comido nada —Inquirió Yaoyorozu a su compañera, quien observaba con tristeza a un camarón frito.

La joven de ojos dorados miró a la morena dejando la comida nuevamente en el plato y tomó la libreta que ella le había dado, empezando escribir unas palabras.

»Tengo muchísima hambre, pero me duele terriblemente la garganta. Me está costando mucho comer.

—Oh cielos. Cómo no había pensando en eso? Dame un minuto —Dijo Momo dejando sus palillos encima de su plato.

El antebrazo de la morena comenzó a brillar en ese instante, para inmediatamente después, salir de este una bufanda de lana color rojo y una compresa fría alargada. La albina observó los objetos con atención, ladeando su cabeza con confusión al no entender para qué su compañera necesitaría tales cosas.

—Todoroki-kun, podrías ayudarnos con tu kosei, por favor? —Pidió la peli negra mirando al bicolor, quien se encontraba comiendo justo en frente de ellas y había prestado atención al intercambio de palabras de las chicas.

—Claro —Asintió Shōto sin preguntar nada, sabiendo perfectamente las intenciones de Yaoyorozu.

El joven alargó la mano derecha hacia la compresa y la tocó con su dedo índice, congelándola en sólo un segundo. Al ver que ya estaba hecho, Momo tomó el apósito con cuidado y lo introdujo dentro de la bufanda para envolverlo con delicadeza.

Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]Where stories live. Discover now