Cerrar la puerta del pasado

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Narra Vanesa:

Con la vuelta a Madrid volvió el trabajo y los compromisos. Antes de irme de Barcelona busqué a Mónica entre la gente pero no la encontré, seguramente se fue muy temprano. Quería despedirme o al menos quedar para vernos algún día. No sé bien que me pasa con ella. No puedo saberlo si solo nos vimos una vez pero me da curiosidad y me encantaría conocerla más, parece una gran amiga.

En casa me esperan Bruno y Carmela. Esta mañana mi hermano los subió a Madrid. Hacía algunas semanas que mis perros estaban en Málaga con mis padres, últimamente paso mas tiempo afuera de casa grabando el nuevo disco que no puedo estar con ellos, los extraño tanto que le pedí a Antonio si podía traérmelos.

Ana me dejó en la puerta de casa con una advertencia: "Te paso a buscar a las 8, ni un minuto más". Esta noche tengo un compromiso bastante importante y para estas cuestiones Ana es demasiado responsable.
Aprovecharía el día para pasarlo tranquila en casa con mis perris y luego por la tarde vendría Soledad a maquillarme.
Para ser sincera, no tengo muchas ganas de ir, las cenas forman una pequeña parte de mi trabajo pero justamente a ésta no me apetece asistir.
La producción de una película para la cual colaboré realizando la cortina musical, organizó una cena esta misma noche para festejar el éxito del estreno. Eso supone encontrarme con mi ex pareja. Inma es la actriz principal, en su momento fuimos grandes amigas y compañeras de trabajo pero luego de la última pelea, se acabó la relación y los encuentros pasionales.
Fue una de las personas más importantes de mi vida, supo quererme como nadie lo hizo o al menos eso creía yo, hasta que descubrí que me engañaba.
Vivimos juntas un año, al principio todo era maravilloso pero luego, por nuestros trabajos y como era de esperarse, no teníamos tiempo para vernos. Cuando ella volvía a casa, yo me iba y así resistimos algunos meses. Ese fue el detonante de la pelea y la excusa perfecta que justificó al engaño.
La última vez que vi a Inma fue hace 6 meses, desde entonces no volvimos a hablar. No tuvimos una buena despedida, esa noche nos dijimos y reprochamos a gritos todo lo que aguantamos durante la relación. Ambas terminamos llorando y acordamos no volver a intentarlo nunca más.

Sole llegó y comenzó a peinarme. No hacía falta ir tan formal, opté por una camiseta de tirantes negra, pantalón negro y chaqueta plateada. Arreglada pero con un toque de mi estilo.

Mientras Soledad terminaba de maquillarme, encendí el móvil, hoy estuve bastante desconectada de las redes

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Mientras Soledad terminaba de maquillarme, encendí el móvil, hoy estuve bastante desconectada de las redes. Entré a twitter y vi una imagen que captó mi atención. Mónica había publicado un nuevo microcuento.
Algo que tengo pendiente es decirle que siempre me fascinó su manera de transmitir tanto en pocas palabras.

Lo leí en voz alta <<¿Será que sale con alguien? Quizás tiene pareja>> pensé mientras le daba like

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Lo leí en voz alta <<¿Será que sale con alguien? Quizás tiene pareja>> pensé mientras le daba like. Hasta que Sole me preguntó curiosa -¿Y eso?-

-¿Conoces a Mónica Carrillo?- le pregunté con una sonrisa.

-Si, claro que la conozco, la he peinado alguna vez.- me respondió mientras me pintaba los labios. -Es la mujer mas bella de España, tiene una piel increíble- Y con esto último solté una carcajada.

-VANESA!- Me gritó enfadada. -¿Cuántas veces voy a tener que pintarte los labios?- Yo no podía parar de reír.

-Es que no me esperaba que dijeras eso- Le respondí poniéndome seria y volviendo a acomodarme en la silla.

-¿Y esa curiosidad tuya? ¿De dónde la conoces? ¿Te gusta? - Dijo todo esto tan rápido que otra vez me volví a reír.

-No, tonta. Hemos coincidido en Sant Jordi y me cayó muy bien.- Le contesté tratando de finalizar la conversación.

Sole me miro alzando las cejas no muy convencida y después de unos segundos me dijo -No creo que le gusten las mujeres, no tiene mucha pinta- Y ahora sí que solté una enorme carcajada.

A las 8 como había prometido, Ana estaba en la puerta de mi casa esperándome. Me despedí de Sole, subí al coche y nos pusimos en marcha a la cena.

Llegué al restaurant y en esta ocasión desafortunadamente, Ana no iba a quedarse, prefirió acompañarme hasta la puerta y al final me recogería. Me acerqué a la mesa que me indicó un camarero al entrar y ya estaban alguno de mis compañeros.
Saludé a todos y cuando por fin me senté en mi lugar, llegó Inma. Hizo el mismo recorrido que hice al saludar y cuando llegó a mi lado:

-Hola Vane- me dijo tímida dándome dos besos.

-Hola- Respondí un poco borde. Es cierto que había pasado mucho tiempo pero sigo muy dolida por lo que hizo.

Se sentó a mi derecha y me puse un poco tensa. Los recuerdos, las historias, nuestros besos, las noches y todo lo que viví a su lado recorría mi mente una y otra vez. Desde el momento en que llegó la comida, se creó un clima divertido. La cena transcurrió a la par de risas, vino, fotos y anécdotas que nacieron de las tardes de grabación. <<Igual no la estoy pasando mal>> pensé mientras reía por un chiste de un compañero.

-Disculpen, ya vuelvo- Me puse de pie y me fui directa al baño. Entré en uno de los baños individuales y al instante oí que alguien entraba por la puerta principal. Terminé lo mío, salí y ahí estaba.

-Inma- Dije y le dedique una sonrisa a través del espejo mientras me paraba a su lado para lavarme las manos.

-Vane- Me respondió de la misma manera.

-Mucho vino por hoy- me reí intentando callar el silencio incómodo que se había formado.

-¿Podemos hablar?- me dijo casi en un suspiro y girándose para mirarme a la cara. Conozco a Inma y sé que está en condiciones de ir directa a la cama. El vino definitivamente no es su mejor amigo.

-No tenemos nada que hablar. Y perdón que me meta pero creo que ya no deberías beber más.- Le respondí acariciando su hombro con una leve sonrisa.

-Todo el daño que te hice y aún sigues preocupándote por mí- me dijo agachando la cabeza a punto de llorar.

-De verdad que ya no tengo ganas de hablar de esto y mucho menos en un baño.- le dije levantando suavemente su cara con las yemas de mis dedos. Ahora sí estaba llorando.

-Perdón, Vane. Todavía estoy enamorada de tí y no sé que puedo hacer para recuperarte.- Me abrazó con todas sus fuerzas y me tomó por sorpresa. No esperaba eso.

-Creo que estas confundida, es mejor que nos vayamos. Nos deben estar esperando.- Le dije de la mejor manera, soltándome de su abrazo.

Me giré en dirección a la salida y cuando estaba a punto de abrir la puerta Inma puso su mano sobre la mía.

-Espera, Vane. No, no estoy confundida.- Decía mientras se acercaba con la intención de besarme. -Perdóname, te extraño y te necesito.- ahora a unos centímetros de mi boca.

-No. Espera.- puse mis manos sobre su pecho para apartarla. -No quiero besarte, no quiero volver a abrir una herida que tanto tiempo me costó cerrar. Ya no te quiero Inma. Lo siento- Y salí del baño.

Volví a la mesa y me disculpé por haber tardado. Retomé la conversación y luego de un rato le escribí a Ana para que me recogiera. Ya no tenía ganas de quedarme, había pasado una buena noche hasta la confesión de Inma.
Era cierto lo que le había dicho, hace mucho tiempo que no siento nada, después de llorar por muchas noches aprendí a vivir sin ella y con la gran decepción que me había dejado. No volvería a caer, prefiero borrarla de una vez por todas, seguir con mi vida y cerrar la puerta del pasado.

CUESTIÓN DE PIEL - VANICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora