CUESTIÓN DE PIEL - VANICA

La piel

Narra Vanesa:

Mónica me pidió que me quedara y yo no iba a negarme. Habíamos bebido bastante así que intenté advertirle que no lo hacia por esa razón sino que, si me quedo es porque realmente quiero conocerla. No me dejó seguir explicando y me calló con un beso.
Seguimos besándonos como dos enamoradas, estaba sentada a horcajadas sobre mí y balanceaba su cintura al ritmo de los besos, mis manos recorrían sus piernas y la espalda sin destino, tampoco querían detenerse. Besé su cuello en varias ocasiones y reaccionó inclinando su cabeza hacia atrás dejándome conocer su punto débil. Estábamos encendidas y con ganas de todo pero Mónica aprovechó uno de los cortos segundos que dejamos de besarnos para hablar.

-¿Vamos a la cama o terminamos el vino?- preguntó apoyando sus brazos sobre mis hombros.

-Lo que digas, hoy mandas tú- respondí con la voz entrecortada.

-Terminemos la botella y luego vamos a la cama.- propuso y yo fingí tener una expresión triste.  -Ya sabes Martín, el éxito no está en darse de a poco, tampoco en resolvernos la partida- dijo guiñando un ojo mientras se bajaba de mis piernas. Cogió las copas y antes de volver a sentarse a mi lado me dió un suave beso. Me reí ante su comentario, cada vez me sorprende más lo ingeniosa que puede llegar a ser.

-Qué ocurrente- dije girandome para quedar de frente a ella.

-No me digas que no es una excelente frase para una canción- dijo alzando sus cejas de un modo muy gracioso.

-Me la apunto- respondí alcanzando mi bolso para sacar mi móvil. Ella no paraba de reír, entré a su chat y lo escribí:

"El éxito no está en darse de a poco, tampoco en resolvernos la partida"

Mónica negó con la cabeza al escuchar el sonido de su móvil avisándole que tenía un nuevo mensaje, sonrió y le dió un sorbo a su copa.

-Eso se llama robar frases- afirmó seria dejando su copa en la mesa.  Solté una carcajada y tiré suavemente de su camiseta para acercarla a mí.

-Y esto se llama robarte un beso- le susurré en sus labios para volver a besarla.

-Me cantas- beso. -otra- pidió sobre mis labios.

-Vine con la intención de poder besarte después de haberme quedado con las ganas tanto tiempo, y tú parece que solo me quieres por mis canciones- refunfuñé en voz baja haciéndola reír.

-Vaale, la última- suplicó haciendome una carita que nada ni nadie podría oponerse.

-Vale- dije volteándome para coger nuevamente la guitarra. Esta vez elegí una canción de Sabina. Sabía que le gusta tanto como a mí y quise regarle mi versión de 'Y sin embargo'.
Mientras cantaba Mónica me observaba muy atenta. Sus ojos no dejaban de verme y al encontrármelos entre algunas estrofas, me envolvían de felicidad. Al finalizar vi rodar una lágrima sobre su mejilla así que con mis dedos limpié su rostro. Cualquier excusa me vale para poder tocar su piel, me hace sentir tanto que no quisiera despegarme jamás

-Vane- dijo bajito.

-Dime Moni- le respondí de la misma manera.

-No quiero que esto sea algo pasajero. No creas que quiero casarme mañana pero prométeme que al salir de mi casa no vamos a ser dos desconocidas. Que lo que pase esta noche no quede solo aquí.- soltó algo tímida acariciándome las manos.