Está bien, me quedo

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Narra Mónica:

No quería exagerar, tampoco sabía donde iba a llevarme Vanesa así que opté por algo sencillo: una camiseta blanca, pantalón negro, botines negros y una chaqueta de cuero. Me dejé el pelo suelto y aun algo mojado por la ducha.
Vanesa me avisó que estaba a punto de llegar entonces me puse perfume, tomé mi cartera y mientras bajaba en el ascensor, me arreglé frente al espejo sin poder quitar la sonrisa. No estaba tan nerviosa sino más bien ansiosa. Hace bastante que tengo ganas de verla y después de intercambiar varios mensajes por fin vamos a quedar.

Salí del edificio y ahí estaba su coche, al verme puso cara de tonta, supongo que igual a la mía. Nos sonreímos y sin más me dirigí hasta su coche.
Subí, nos saludamos con dos besos y un efusivo abrazo; ahora sí fuimos a por ese café.
En el camino hablamos de estos últimos días, me contó sus nuevos proyectos y yo le hablé de mi trabajo.
Vanesa puso a Sabina, fuimos cantando como dos locas hasta que llegamos a un bar que no conocía.

-Hemos llegado- dijo Vanesa frenando el coche.

-Vamos entonces, Martín- le dije desabrochando mi cinturón de seguridad.

-Vamos- dijo ahora ella bajando del coche -¿Lo conoces?- me preguntó refiriéndose al bar.

-No, todavía- le respondí y comenzamos a caminar en dirección a la puerta.

Entramos y Vanesa saludó a un camarero, efectivamente conocía el lugar. Nos sentamos en una mesa bastante apartada, no estabamos escondidas pero tampoco expuestas.

-¿Y bien?- le dije alzando las cejas -¿Cuándo empieza tu concierto privado?- le pregunté bromeando.

-Bueno Carrillo, no nos hemos sentado y ya quieres que te cante. Eres peor que una fan.- me respondió soltando una de sus carcajadas.

Hablamos de todo, nuestras familias, amigos, trabajos y nuestros gustos musicales.
Tenemos una conexión increíble y un sentido del humor similar. Como amigas o del modo que sea, intuyo que vamos a llevarnos muy bien.
Ambas terminamos el café hace rato y era mas que evidente que ninguna quería irse.

-Ya nos están viendo con mala cara ¿quieres que vayamos a dar una vuelta en el coche?- preguntó Vanesa al darse cuenta que hace dos horas estamos en la misma mesa con nuestras tazas de café vacías.

-Creo que va a ser lo mejor- dije y comenzamos a reír.

Pagamos y nos dirigimos al coche, otra vez.

Vanesa arrancó y me dijo -Esta vez elige tú la música-

No lo dudé un segundo y conecté mi móvil, quería ver su reacción al escucharse a sí misma entonces puse "El amor no se explica". Fue la canción que cantó el día que coincidimos en la radio. Al identificar su tema por los primeros acordes, se giró para verme mientras sonreía.

-"El amor no se explica", buena elección.- dijo volviendo a mirar hacia delante. Estaba conduciendo sin rumbo, simplemente estábamos disfrutando el momento.

-Muy buena elección ¿te gusta?, se llama Vanesa Martín.- al decir esto de una manera muy seria ella soltó una carcajada.

-No, no la conozco. Igual no canta tan mal.- dijo siguiéndome el juego.

-Se le da bien a la chiquilla- dije subiendo el volumen. Vanesa ya no pudo mas y soltó una enorme carcajada que me hizo reír también a mí.

-Ya, Mónica. Me da un poco de vergüenza.- me dijo intentando cambiar la canción.

-Esta bien- voltee los ojos. No podía creer que siendo tan bestia en el escenario le diera pudor escucharse.

Vanesa cambió la canción, era mi playlist y claramente la próxima iba a ser otra canción suya. Comenzó a sonar "No te pude retener" y nos miramos con una media sonrisa cómplice.

CUESTIÓN DE PIEL - VANICAWhere stories live. Discover now