Bendita locura

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Narra Mónica:

Y sí, como lo había advertido Vanesa, aún era de noche cuando sonó el despertador. Me levanté y luego de ducharme, desperté a mi madre. Desayunamos rápidamente y guardamos las cosas que faltaban en la maleta. La habíamos preparado anoche antes de irnos a la cama, no llevamos mucho, sólo lo necesario para pasar la noche en casa de Vanesa.
Recibí un mensaje y enseguida me entraron los nervios.

Vanesa: Buen día Mónica, soy Ana. Vanesa me ha pedido que te avise que estamos por llegar.

Ya están de camino, toda su banda, todo su equipo. No respondí el mensaje, directamente cogí nuestras cosas y creo que para este momento mi madre y yo éramos mas nervios que persona.

-Que nerviosa estoy Moni- susurró mientras bajábamos en el ascensor. Nos miramos a través del espejo y soltamos una carcajada cómplice. <<En qué locura nos estamos metiendo>> pensé al caer en la cuenta.
Se abrieron las puertas y dimos paso a esta aventura, saliera como saliera iba a ser inolvidable.

-Hola- dije con una sonrisa al ver en la puerta de mi casa a Vanesa esperándome, aún tenía cara de dormida y estaba vestida con ropa de andar en casa. Realmente nos está llevando para dejarnos conocer su vida privada y todo lo que hay en ella. No estaba sola, a su lado estaba Ana y un chico que debía ser parte del equipo.

-Hola Mónica- dijo Vanesa acercándose para saludarme con dos besos <<Su perfume>> me sentí en la gloria cuando su pelo rozó mi cara. -Usted debes ser María- le dijo ahora a mi madre.

-Si, soy la madre de Mónica- respondió orgullosa y todos comenzamos a reírnos. Mi madre abrazó a Vanesa y ella correspondió con gusto.

Saludé a Ana, que muy amable nos pidió nuestras pertenencias para que el chico pudiera meterlas en la parte de atrás.

-Vamos que todavía está oscuro y querrán dormir un rato mas- dijo Ana haciéndonos lugar para que subamos a la furgoneta.

-Hola, buen día- saludé a todos y me recibieron con una sonrisa, algo sorprendidos. Mi madre me imitó y Vanesa nos indicó cuales eran nuestros asientos.

-El es Francis, mi hermano- dijo presentándonos, él se acercó a saludarnos, es muy parecido a ella y parece buen tío. Y de la misma manera nos presentó con cada miembro de su banda. Creí que íbamos a ser mas personas pero no, solo los mas cercanos.

-Gracias Vanesa- soltó mi madre cuando todos volvieron a su sitio. Ana iba adelante con el chico que conducía; Vanesa, mi madre y yo en los primeros asientos y el resto de los chicos atrás.

-No hay nada que agradecer- respondió muy amable Vanesa. Cuando mi madre se volteó al frente me regaló una sonrisa que me volvió loca. Si estuviéramos solas hubiese ido corriendo a besarla.

La felicidad de mi madre en este momento me da la vida, la conozco y sé que esta algo nerviosa pero a su sonrisa no se la borra nadie.

Narra Vanesa:

Llegó el gran día, voy de camino a Málaga con todo mi equipo, la mujer que me gusta y su madre. Nada puede salir mal.
Antes de llegar a casa de Mónica estaba muy nerviosa, no sabía con que iba a encontrarme pero su madre me cayó bien, fue simpática en todo momento y muy amable con todo el equipo. Que si, efectivamente al enterarse que Mónica Carrillo y su madre nos acompañarían empezaron a crear sus propias conclusiones. Se llevaron una gran sorpresa, los codazos y las caras de no entender la situación no faltaron. Los únicos que estaban al tanto eran Ana y mi hermano, pero él tampoco sabía y se quedó impactado al verla subir en la furgoneta. En el momento se comportaron bien pero sé que me espera una tarde llena de bromas y chistes.

CUESTIÓN DE PIEL - VANICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora