-16-

3K 159 46
                                    

Ver desde el espejo retrovisor como me alejaba de la cabaña me causaba una infinidad de sensaciones encontradas: temor, tristeza y soledad

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

Ver desde el espejo retrovisor como me alejaba de la cabaña me causaba una infinidad de sensaciones encontradas: temor, tristeza y soledad. Ese temor se apoderaba de mis sentidos y me dejaba petrificada, sin saber a qué dirección comenzar a caminar; un recorrido de protección donde Dereck podía estar esperándome al final del camino, y otro recorrido de perdición, el mismo que estaba comenzando a transitar ahora en dirección a la enorme cárcel a las afueras de San Francisco.

La tristeza que me causaba el solo pensar que para terminar con esta locura debía acudir a él me resultaba ilógico, pero al mismo tiempo él podía detener a esa persona miserable. Entonces, allí recaía esa soledad poseedora de mi cuerpo, donde al haber decidido esto por mi cuenta, obligando a Jacob a conducir el coche, solo causaba que comenzara a quedarme cada vez más sola.

Podía sentir todas aquellas sensaciones en la mirada del gemelo que me observaba situado aun en su paradero al verme partir. También, podía sentir la rabia recorrer por sus venas al momento de girar su rostro y mirar a Eren posado al lado de Mia. Entendía la frustración de uno, y la negación de otro. Pero también colocaba nuestra seguridad primero, la que era más importante antes de que alguno terminara muerto.

Cuando lo miraba a los ojos podía dilucidar todo el cariño que aun resguardaba en una pequeña caja de cristal, una que solo él podía romper para que aquellos sentimientos salieran a flote. Si, lo amaba, y nunca lo había dejado de amar. Amaba a una persona que había sido cómplice de su hermano, y una simple victima más. Amaba a quien tenía las mismas jodidas facciones que ese desgraciado, y cuando lo recordaba, no podía contener mi furia.

Él no tenía la culpa de tener un gemelo tan perverso como lo era Zack.

Aun me resultaba un poco difícil entender todo este problema que se había revelado en un pasado y pesaba en el presente. A veces odiaba la sensación de que Mia compartiera sangre con los Pierce.

Los cuatro eran familia. ¿Dónde quedaba yo en ese círculo?

Ella era mi hermana, pero odiaba representar el apellido Mills pro donde sus huellas marquen territorio. Entonces, eso me hacía sentir sola más allá de que ella me explicara que me amara como su hermana pequeña.

El coche circula por la calle asfaltada hasta dirigirse a la avenida principal, aquella que ocasionalmente siempre se hallaba desolada. Jacob lanzo un bostezo sin cubrir su boca, indicándome que aun seguía medio adormecido y estaba calmado, o eso intentaba aparentar ante la situación pasada.

Desvié la mirada hacia la ventana abierta, sin importarme que la temporada de otoño me golpeara el rostro como una brisa espesa. No deseaba mirarlo a él, y tampoco necesitaba divisar la avenida que nos conducía directo al infierno.

Cerré los ojos unos segundos intentando mantener la mente en blanco, pero me era imposible.

- ¿Estás bien? – pregunta con la vista al frente.

Suplicarás © (2)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum