𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 𝐎𝐅 𝐋𝐎𝐕𝐄 -𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧

𝐅𝐈𝐑𝐄

Lo último que Billy pudo ver fue como su auto se perdía en la oscura noche antes de perder la conciencia. Valerie se sorprendía de lo cómodo que era el asiento. Chocó sus dedos contra el volante.

—¿Por qué max está en el asiento de copiloto?— pregunta Mike molestó.

—¿Por qué?

—¿Ahora es tu favorita porque es niña?

—Mike— advierte la rubia—. Sabes que eso no es cierto, además, a ustedes siempre les trato igual, ¿O no?

Mike hizo un puchero molesto. Dustin soltó una risa mientras sostenía la compresa en el rostro de Steve Harrington. A lo que el comenzaba a moverse confundido.

—¿Valerie?— Steve tenía la vista borrosa, así que cuando vio a Dustin solo pudo decir el nombre de la rubia.

Los tres niños a su lado miraron mal a Steve. Lo que hizo reír a Max y Valerie.

—¡No lo toques!— Dustin impide los movimientos del muchacho—. Shh... Shh... Calma, peleaste bien— alienta el menor—. Te pateó el trasero pero lo hiciste bien...

—Valerie lo hizo mejor— confiesa Lucas.

Dustin río por lo bajo.

—Val, sigue derecho a 800 metros más— indicó Maxine—. Y gira a la izquierda en Mount Sinai.

—¿Que ocurre?— un muy confundido Steve hablo con voz grave.

Valerie lo miro por sobre su hombro a Steve solo un segundo ya que no debía quitar la vista del camino o todos morirían antes de quemar todo.

—No deberías alterarte...

—¡Por dios!— la velocidad del auto asustó a Steve.

—Calma, Steve, mi hermana sabe manejar— expresa Dustin.

—¡Por dios!

—Steve— la rubia lo llama—. Cálmate o de lo contrario te lanzaré del auto y entonces habrá más espacio para ellos.

Sin respuesta, Valerie piso el acelerador y aunque Steve quería gritar de lo asustado que estaba. Mike y Dustin taparon su boca.

Pero ahora los que gritaron fueron ellos por la repentina vuelta que dió la rubia como Maxine había instruido.

—¡POR DIOS!— grito Lucas.

Los gritos de todos se hicieron presentes. Pero Valerie logro estabilizar el auto, era bastante buena manejando así que no chocaron contra nada.

Su viaje termino cuando freno en el punto acordado.

—Y así es como llego temprano a mis clases— finaliza Valerie.

—¡Increíble!— dicen Mike—. ¡Volvamos a hacer esto otra vez!

Valerie ríe negando con la cabeza.

—No, no quiero ser encerrada en la cárcel por negligencia infantil— bromea quitándose el cinturón para bajar del auto.

Abrió la cajuela empezando a sacar todas las cosas. Dándoles a todos sus respectivos pañuelos y lentes para que se los pusieran. Mientras tanto Steve salía del auto como podía bastante adolorido.

Y como no, había sido una buena golpiza. 

—Chicos...— trato de llamarle la atención—. No, chicos... Valerie...

La rubia acomodo los lentes con cuidado mientras se agachaba para que Dustin le amarré el pañuelo. Lucas tomo un galón de gasolina con unas sogas.

—Ten cuidado— dice la rubia.