𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 𝐎𝐅 𝐋𝐎𝐕𝐄 -𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧

𝐖𝐄 𝐍𝐄𝐄𝐃 𝐇𝐄𝐋𝐏

Vega estaba sentada en el sillón de esa solitaria casa, Susan no había hablado en ningún momento. Siendo sincero no extrañaba mucho su presencia, después de todo ¿Quien extrañaría los insultos? ¿O golpes? A veces se preguntaba si fue buena idea tomar su mano y huir del laboratorio. Es como si hubiera escapado del infierno para entrar a otro.

A quien si extrañaba, era Valerie. Pese a los poco momentos que estuvo con ella, era la primera conocida de su edad. Y tenía una vibra brillante.

La pelinegra dejo su taza de café en la mesa, puso ambas manos a unos diez centímetros lejos de ella para intentarlo de nuevo.

Cómo era de esperarse, nada ocurrió como desde ese 4 de julio. Resopló rindiendosé.

Seguía intentando utilizar sus habilidades, y es que a veces sentía que seguía ahí. Podía ver pequeñas luces verdes en sus manos. Tal vez era su imaginación, se estaba volviendo loca por tanta soledad y encierro.

El timbre sonó súbitamente haciendo que Vega salte en su asiento. ¿Quien podría hacer? ¿Y a esa hora? Tomo un sartén en su mano para ir a abrir. Con el historial de ser perseguida no podía evitar asustarse.

Abrió la puerta dispuesta a reventar la cabeza de quién estuviera parada.

—¿Valerie?— baja el sartén.

—Se que es noche y tambien que no quería nada que ver contigo o Susan— traga duro—. Pero... Necesitamos ayuda... Yo necesito tu ayuda.

—Pasa...— le da acceso a Valerie a su casa—. ¿En qué puedo ayudarte?

Valerie había dejado a los demás en la casa Wheeler antes de robar las llaves de su novio para conducir hasta la casa donde había dejado a Vega.

Aunque había tardado en tocar el timbre porque había lidiado con sus propios sentimientos. El aterrador sentimiento de perder a uno de sus pequeños mocosos.

Cubierta de pánico y ansiedad. Llorando desconsoladamente, era mucho que asimilar, pero no quería preocupar a los demás con su propio dolor sabiendo que ellos también estaban con los pelos de punta.

—¿Recuerdas la niña de la que te hable?

—¿Marina?— cuestiona confundida, no era buena con los nombres.

—Maxine— corrige—. Si ella...—Vega va la cocina dándole un vaso de agua para que se calme un poco—. Se que parezco como Susan, después de no visitarte estos días y ahora pedirte un favor... Pero... Esto, es importante.

—No— responde, Valerie se queda en blanco así que Vega se apresura a hablar dándose cuenta—. Lo siento... Digo, no te pareces a Susan, eres la persona más alejada a ella que conozco. Lo juro... Digo, lo que quería decir... Es si— asiente—. No sé, si sea de ayuda sin mis poderes pero... Te ayudaré.

—Gracias...

Vega sonríe quedándose en silencio para escuchar la historia sonríe los recientes asesinatos y la maldición de esa cosa que acechaba a Max.

(...)

Tras la explicación de las teorías que su grupo tenía sobre Vecna, ella podía pensar que tal vez el se había llevado los poderes de Once. Y había hecho que los suyos fueran nulos. Así que nuevamente acepto, dejando una nota en la mesa para Susan en caso de que volviera antes que ella.

Vega/Zero escuchaba la historia que Valerie había planeado para presentarla con los demás, ya que aún no se sentía cómoda diciendo que era adoptada y que su madre biológica era de lo peor.

Si era su prima y tenía poderes, seguramente Dustin  aceptaría de inmediato.

La rubia estacionó el auto mientras rogaba porque estuvieran despiertos para no molestar a la señora Wheeler. Pero para su sorpresa, Steve harrington estaba parado en la entrada junto a Max. Ya que era su turno de cuidarla.