𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 𝐎𝐅 𝐋𝐎𝐕𝐄 -𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧

𝐁𝐀𝐃 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓

La punta de su pie chocaba insistente contra el suelo, estaba sentada en la entrada de su casa esperando la carta de la universidad. Mordía su uña ansiosa.

Había esperado este momento por mucho tiempo, y ni siquiera había dormido la noche anterior. Incluso hizo que Billy se quedará hablando con ella por teléfono para perder tiempo y de paso molestarlo.

—¿Por qué tarda tanto?— pregunta mirando la calle.

—¡Valerie ven a desayunar! ¡El llegará!

Entonces el cartero apareció. Ignorando los llamados de su madre.

—¡Buenos días!

La rubia se levantó con prisa corriendo rápidamente para aparecer frente al cartero que se asustó por su repentina aparición a su lado.

—Buenos días... Yo las recibo— hablo apresurada.

El hombre sonrió incómodo mientras le daba todas las cartas de ese día a Valerie.

—Hasta luego...

La rubia asintió entrando con todas las cartas, buscando la indicada. Entro a la casa emocionada al encontrarla. Dustin y su madre estaban en la mesa sentados esperando de igual forma.

—¡Abre la carta, Val!

Valerie estaba demasiado ansiosa y emocionada.

—¡Si, cariño, hazlo!— ánimo su madre.

Tiro las demás cartas sobre la mesa. Rompió el sobre, empezando a leer en su mente. Dustin tomo con fuerza la mano de su madre.

Conforme avanzaba su lectura el rostro de la rubia se deformaba. Parpadeó varias veces comprobando que lo que leía era correcto. Su cuerpo se rindió sentandose de golpe en la silla.

Puso su mano sobre sus labios con los ojos perdidos. Dustin no aguanto el misterio quitándole la carta de la manos.

—Uy, no te aceptaron.

—¡Dustin!— reclamo su madre por su insensibilidad—. Cariño... ¿Estás bien?

Valerie mordió el interior de su mejilla forzando una sonrisa.

—Si, mamá— le responde con voz temblorosa.

—Val...

Dustin abrazo a su hermana.

—Esta bien, puedo trabajar— mencionó—. Todavía soy joven, ¿No? Otro año será.

Correspondió el abrazo mostrándose firme ante la noticia, su madre no muy convencida se levantó para abrazar a su hija.

Valerie apretó sus ojos con fuerza, no quería llorar.

—Ellos se lo pierden, tu eres genial y una muy buena estudiante— asegura Dustin—. Mira te daré dos de mis waffles para que te animes.

—Gracias, D.

Ella estaba agradecida de tener esa familia.

—¡Incluso si quieres más yo los preparó!

—¡No!— Valerie y su madre negaron casi de inmediato.

No solo haría de la cocina un desastre, si no que también era probable que la quemarán, así que lo mejor era tenerlo lejos de ahí

Dustin podía ser un niño muy inteligente, pero definitivamente los dotes culinarios solo podían estar en Valerie.

—¡Okey!— agitó sus manos rendido—. Mejor te invito una malteada con mis ahorros.