Capítulo 30

73 12 0
                                    

— ¿Lana? ¿creés que puedas escucharme? —llamaba el pelinegro desde la puerta —necesitamos hablar, no podemos seguir así

—¿Así cómo?

—Venga sabes a lo que me refiero, llevamos tres semanas en las que no nos hemos hablado desde que Aidan te trajo aquí —suspiro frustrado y avanzo hacía mi cama —se que no debí hablarte así, pero no soporte verte así, no soporte verte con eso en el organismo

—Ajá

—Oye caperucita...

Intentando mantener mi compostura y no sonar grosera o evitar asesinarle con mi mirada, separe la vista de mi computadora y lo mire.

—¿Qué?

—Te extraño, enserio no quiero seguir así preciosa —sus ojos azules se opacaron ante la frustración que sentía —siento que te estoy perdiendo… joder no eh dormido ni un solo instante pensando en ti, en nosotros

—Pues no pienses en mi y listo, ni que fuera complicado dejar de hacerlo —olvidando por completo mi serenidad, le hable con molestia

Lo vi agachar la cabeza y negar constantemente mientras sonreía con nada de diversión, en aquella amarga sonrisa, luego levanto de nuevo su cabeza y aquellos orbes que siempre irradiaban alegría, estaban más tristes que nunca.

—¿Porque te subestimas? Cualquier persona que te conozca no lograría sacarte de la cabeza, Lana perdóname, se que me pase pero entiéndeme también, no quiero que nada malo te pase ¿a caso no comprendes que estoy loco por ti? ¿Qué te amo? ¿Qué eres ese bichito que ronda mi cabeza día y noche? Me has hechizado lana… no quiero que estemos así

—¿Me amas? —pregunte tan asombrada, que no lo creía 

—¿Acaso lo dudas? Lana yo siempre te voy a amar, desde que te vi esa noche en el infernó con tu disfraz de caperucita supe que no habría otra chica

Ahora me sentía tan culpable, porque el me a dicho te amo y yo ni un mísero te quiero eh podido decirle, y para seguir enterrando la daga en la herida, estoy enamorada de su mejor amigo y lo eh dejado besarme, justo en esta misma habitación, aunque luego de eso solo huyo y no hemos hablado, pero aún así me sentía muy culpable.

—¿Por qué me amas? Yo no te he dicho te quiero aún

—Porque tú eres la dueña de todos y cada uno de mis sueños, Lana como no hoy hacerlo si estoy tan enamorado, gritaría al mundo que Lana Morgan es la mujer de mi vida y no me importa que no me hayas dicho te quiero, porque aunque tardes años yo siempre te voy amar

—Necesito un baso de agua

Me levante de la silla y empecé a caminar hacía la cocina, por supuesto que sentí sus pasos atrás de los míos, pero sin preguntar nada, yo mientras tanto me fui directo a la nevera y de allí saque una botella de agua para beberla como si no hubiese un mañana, si me ahogaba justo ahora, no haría nada por evitarlo, porque solo quería desaparecer, pero eso no paso.

—¿Lana? —pregunto desde la sala —¿estamos bien?

—Eso creo

—¿Puedo…ahm...? —me señalo con su mano, el quería acercarse y no sabía como, así que yo le ayude, fui yo quien me acerque y el no lo dudo dos veces en abrazarme como si fuera un koala —lo siento caperucita, lo siento tanto

—Matt… te quiero

***

La noche anterior fue muy bien, arregle las cosas con Matt y Adrien sigue igual de papá oso como siempre, a Aidan y a Bella no los veía mucho, quizá porque Matt prefería estar a mi lado primero y no con su amigo, y le agradecía eso, luego de aquel beso y ese intento fallido de decir algo, todo se volvió incómodo.

Un beso bajo la luna© [✔]Where stories live. Discover now