Un beso bajo la luna© [✔]

Capítulo 38

Son las 5:57 p. m. Y las personas van de un lado a otro, el viento sopla con fuerza las hojas de los arboles y los arbustos bambolean, el salón principal se empieza a ver navideño con sus guirnaldas y decoraciones, porque si, ya estamos en diciembre, el tiempo aquí pasaba como en las series, duermes, te levantas, haces tus rutinas y para la siguiente escena o capítulo ya a pasado bastante tiempo, para mi han pasado los seis meses algo difíciles, pero aún así, aquí estaba, ayudando con los preparativos para el baile de navidad que será mañana en la noche, mi primera navidad sin Adrien desde que nos conocemos.

—Hay que ir mañana temprano de compras —opinaba Bella mientras acomodaba una de las luces que iría en el escenario —¿qué dices? Yo aún no eh conseguido vestido

—No se si quiera venir —los recuerdos de mi mejor amigo me invadían la mente, nunca será fácil —te acompaño si deseas, pero no esperes a que venga

—Seis meses Lana, déjalo ir, no puedes seguir atada a un fantasma

—Oh créeme, eso ya lo sé, pero estas fechas son las que quisiera que no llegaran, todo es tan raro, desde que tenía catorce, hasta hace un año, pasábamos navidad y año nuevo juntos... es la primera sin el

—Y es tú primera navidad con Aidan desde que se alejaron, Adrien se fue... pero mira allí —mi vista se poso a la entrada del salón donde el castaño entraba con un cableado —el si esta, y te ama ¿Dejaras de vivir porque aún te duele?

"Tienes que superarlo y seguir adelante por el" es lo que todos suelen decirme desde su partida, todos menos Aidan, por supuesto.

Era tonta, era cierto, Adrien jamás volvería y la vida debía continuar, debía seguir su rumbo, su balance natural, no se detendría porque yo me encontrara sufriendo, yo debía seguir, aunque a veces me gustaría tener un control de mis emociones y poder apagarlas, al igual que aquellos vampiros de esa serie que pueden apagar sus emociones y ser tan fríos como el hielo, pero con una buena bofetada de realidad, cruelmente me di cuenta que soy humana y que es la vida real, no podría apagar mis emociones por mucho que lo deseara.

Así que viendo el baso medio lleno, avanzaría, lo haría porque ahora mi vida era distinta y en ella tenía al chico al que siempre eh amado y no podía dejarlo en un segundo plano solo por no saber controlar mis emociones, así que tras inhalar y exhalar profundamente, sonreí cuando nuestras miradas se encontraron y su sonrisa se ensanchó, amaba eso... lo amaba a el.

—¿Lo vez? —volvió a llenar el silencio, Bella era buena para ello —no todo es malo y mucho menos tiene que ser deprimente, lo tienes a el y a nosotros

—Lo sé... a partir de hoy todo será recordar, el no volverá y yo sigo aquí, el sigue aquí, Adrien quería que escribiera mi historia con un final feliz

—Y lo mereces, la pregunta es: ¿lo harás?

Asentí con medía sonrisa dibujada en mi rostro —tengo que hacerlo o sino tanto sufrimiento habría sido en vano

—El estaría orgulloso de verte siendo tan feliz

—El esta feliz de verte feliz —una tercera persona se nos unió a la conversación, y me alegraba verlo —Adrien esta feliz desde donde esta, lo sé

—¿Cómo lo sabes?

—¿Quién lo iba a conocer mejor que su primo? —dijo Matt mientras que con sus pulgares se auto señalaba con una maldita sonrisa de satisfacción

—Oh y te patearía si estuviera aquí —mofo la castaña mientras se recostaba en su hombro —deberías estar ayudando con el cableado Adams

—Solo venía a ver que hacían mis chicas favoritas