The ruse

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—Simon, querido. Al fin decides visitar a tu abuela, creí que ya me habías olvidado.

—Ay abuela, por supuesto que no, simplemente el trabajo me mantiene ocupado.

—Claro, olvidaba que ahora eres un duque, deberías acercarte con tu tío, ahora más que nunca.

—Lo haré, lo prometo.

Felicity llevó a su nieto hasta el sofá mientras ordenaba traer el té de inmediato, Simon le sonrió con ternura, no había visto a aquella mujer en años, ni siquiera se había dignado a enviar una carta y aún así lo recibió con los brazos abiertos y con el mismo amor que le había demostrado desde que la conoció.

Había decidido visitar a la única familia que le quedaba, pues las palabras de Lady Danbury le habían hecho eco en la cabeza porque tenían razón, Simon era muy poco agradecido con lo que los Queen le habían dado, jamás se había dado el tiempo de devolverles todo lo que le habían dado o de siquiera agradecerles por haberlo rescatado y amado, y no era porque no estuviera agradecido, simplemente nunca le había resultado sencillo expresar sus emociones, pero Lady Danbury tenía razón, el tiempo actuaba de maneras misteriosas y si no comenzaba a expresar su gratitud con su familia después podía arrepentirse.

Así que esa noche visitó la casa de sorpresa, eran familia, no necesitaba una invitación, su abuela fue quien lo recibió con una sonrisa, lo había llevado hasta la habitación de invitados con emoción en su voz y había comenzado a darle mil consejos sobre el ducado que Simon no había pedido, pero aceptaba con una sonrisa porque sabía que lo hacía de buena voluntad.

Lily bajó las escaleras corriendo con emoción, una sirvienta le había avisado sobre la presencia de su primo y había olvidado toda clase de etiqueta en ese momento, entró en la habitación con los brazos abiertos y una sonrisa.

—¡Simon! — entró emocionada. — ¡Al fin te dignas a venir a la casa! ¿Te quedas a cenar?

Simon se levantó del sofá y abrazó a Lily con una sonrisa.

—Mi plan era robarme su cena.

Lily rio y besó su mejilla con emoción.

—Sabes que siempre eres bienvenido.

—Gracias... ¿Dónde está tu encantadora hermana?

—En su habitación, no ha querido salir para nada, pienso que es una actitud muy caprichosa. — respondió rodando los ojos.

Simon rio y se disculpó para después subir las escaleras hacia allá habitación de Taylor.

Taylor se encontraba en su habitación, no había salido en todo el día, había recibido una carta de Lucien después de semanas y había estado releyendo las cartas una y otra vez tratando de leer entre líneas por alguna señal que lo hubiera llevado a su última carta.

"Señorita Taylor.
Lamento que sea este el único medio por el que pueda comunicarme esto, pero me resulta imposible esperar hasta que regrese a Gales.

He de informarle que todo este tiempo hemos mantenido un lazo peligroso y con el fin de no arruinar su reputación tengo que decirle que lo que hubo entre nosotros ha llegado a su fin.

Nuevamente le ofrezco una disculpa por el tan incómodo medio de comunicación. Espero que pronto encuentre un esposo digno para usted.
L.T."

Taylor arrugó la carta con enfado y la lanzó al suelo con fuerza, ni siquiera había lágrimas para derramar, la rabia que la consumía era más intensa, las preguntas sin respuesta le daban vueltas en la cabeza y con tantas emociones había olvidado llorar.

Enchanted | Benedict Bridgerton |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora